tag:blogger.com,1999:blog-55946122806085278122024-03-14T08:15:19.924-07:00Beso taiwanéstextos de paula jiménezpaula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.comBlogger107125tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-78751217298783625212011-06-05T06:37:00.000-07:002011-06-05T11:02:58.657-07:00La vuelta - poema 22<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh26qE60bQyZvppBR9JiS3tGoyyHceBMKJVR_kYRifdywdygpirj8Qxyo1-p1LbYIqdUs_K_4_ZpFN0PmdxahG9UZvo4tV1015M6LhkYt9pcnujrFqarjsjyWLR-B3hqU43QY-dGQxHsMc/s1600/ayahuasca.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 176px; height: 129px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEh26qE60bQyZvppBR9JiS3tGoyyHceBMKJVR_kYRifdywdygpirj8Qxyo1-p1LbYIqdUs_K_4_ZpFN0PmdxahG9UZvo4tV1015M6LhkYt9pcnujrFqarjsjyWLR-B3hqU43QY-dGQxHsMc/s200/ayahuasca.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5614730462610599602" /></a><br />Es difícil contarles <br />lo que vi. <br />Era como una foto, o una imagen<br />tan vívida que parecía poder<br />tocarla si quisiera. <br />Pero ni lo intenté. <br />En la selva, esa noche <br />había tomado el jugo de una planta <br />que me invitó un cacique. <br />Al rato de beber, supe <br />que era yo la que trepaba ante mis ojos<br />mientras el indio cantaba sus ícaros<br />que era yo <br />la que subía como una enredadera <br />por el tronco de un árbol<br />sentada en aquel piso, sin moverme<br />y era yo la que después bajaba <br />y volvía a subir<br />todas las veces necesarias, o sea<br />durante el tiempo total de mi vida.<br />Es difícil contarles<br />el empeño con que abrazaba esa corteza<br />clavándole las uñas que la descascaraban.<br />Recordé, en algún momento de esa noche<br />que al empezar el viaje había imaginado<br />que llegaría por propia voluntad <br />a detenerme. Pero no hay, no hubo <br />un punto de llegada en ningún lado <br />a lo sumo, y por suerte, algún descanso<br />donde recuperarme para seguir camino. <br />Viajar es ir, pero quizás, de a ratos, <br />sea también la vuelta <br />sobre los pasos propios. <br />Cuando cedió su efecto aquella bebida<br />era de madrugada y me dormí<br />al despertarme<br />esas imágenes habían perdido intensidad<br />pero la cara de aquél indio quedó en mi corazón <br />por muchos días<br />lo volvió dulce como a los duraznos<br />que resucitan para deshacerse <br />en la boca sagrada de la vida <br />después de cada invierno.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com5tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-68060705459604012842011-03-09T04:10:00.000-08:002011-03-09T04:21:16.411-08:00Las cosechadoras de flores<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbTfbppFwhcp45_0Ok3wbAF41QZ135aS2r7fdNTOxVtb671QW3Ir0ORdCtzZM76Uv6jiicFs2cCOyy3pb2EM5K7K8ko2hTRRa4P3lOdNVZuMHHdQezCNV2N5FJlcA0Gq9ykqePSl0Sskk/s1600/cosechadoras.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 132px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgbTfbppFwhcp45_0Ok3wbAF41QZ135aS2r7fdNTOxVtb671QW3Ir0ORdCtzZM76Uv6jiicFs2cCOyy3pb2EM5K7K8ko2hTRRa4P3lOdNVZuMHHdQezCNV2N5FJlcA0Gq9ykqePSl0Sskk/s200/cosechadoras.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5582052541271914082" /></a><br />En el campo, bajo el sol de la mañana, con sus sombreros de alas anchas cubriéndoles el pelo, las mujeres cosechan. Con delicadeza de orfebre le roban una a una sus flores a la tierra.<br /><br />···<br /><br />Sus voces, finas como los tallos, se escuchan en el tiempo del descanso, cuando se agrupan y dejan los canastos a sus pies, cuidados como niños de colores que asoman las manitos sobre el mimbre. En el trabajo son tan detallistas que incluso sus palabras parecen esculpidas con la misma atención. Juntas hablan de las hojas y los pétalos y comparten unos minutos de silencio antes de volver a la tierra, a su negociación con los terrones negros de donde salen juntos fortuna y deshazón.<br /><br />···<br /><br />Ramilletes de novias, coronas para muertos, algunas solitarias en las manos de algún tímido, exuberantes ramos en un centro de mesa coronado de helechos, flores para tirar a los cantantes, para lucir en la solapa o en la oreja, todo eso llevan, como se lleva a dios, capaz de pronunciarse en cada dicha, en toda la tristeza. <br /><br />···<br /><br />Delgadas como tallos son las cosechadoras, no las empuja el viento, porque no es viento lo que hay sino ese suceder que empieza de mañana y continua deslizándose al sol hasta que cae con sus últimos rayos al Oeste. Las que cosechan van hacia delante como sopladas por el amanecer.<br /><br />···<br /><br />Es mínimo y enorme este trabajo que solo con la lluvia se termina. <br /><br />···<br /><br />Veían a sus madres agacharse en la tierra y apretar con sus dedos cada tallo, los canastos colmados bajo el sol, los pantalones grises manchados por la tierra, que es fría en los inviernos cuando cae el rocío, cálida en los veranos y neutra en los recuerdos. No es como la arena, como el agua o el hielo, la tierra no repele ni encandila y solo si se enoja produce algún estruendo. Su música es piadosa, imperceptible, las flores que cosechan las mujeres son notas, seminotas, silencios.<br /><br />···<br /><br />No hay verdad alguna en eso: no se cosecha jamás lo que se siembra. Se cosecha lo que al viento sobrevive, al agua, al fuego, a la torpeza humana, al robo, a las enfermedades de la tierra. Las mujeres cosechan lo que hay, lo que se deja llevar entre sus manos. Aunque sus hombres hayan dejado tiempo atrás, dispersas en la tierra, semillas que son a veces ilusiones, o sueños imposibles.<br /> <br />···<br /><br />Para decir las grandes cosas no faltan las palabras ni voces ampulosas dispuestas a enunciar, ¡pero hay que decir pétalo, decir todos los días, cada uno, y tomar dimensión de lo que cae por el suave empujón que da una brisa o la mudez del tiempo!paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-9377245943688560402011-02-22T09:49:00.000-08:002011-02-22T10:02:02.653-08:00Actualicé, es decir: ¡volví!<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz0bOCrSdunXa6J-jMjZOMoLiMEKmJtb-Vsihym2VF9WttbwZeQ2EZTT0qzIDjlHt2hLYYMM2sN_pPvRbelUt8nSEXLhGEIM6X90Q8ub-1Hg0QzXtqBq7vIS9ZIpRO98lAmKBJymRjfjg/s1600/barcos+2.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 185px; height: 140px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjz0bOCrSdunXa6J-jMjZOMoLiMEKmJtb-Vsihym2VF9WttbwZeQ2EZTT0qzIDjlHt2hLYYMM2sN_pPvRbelUt8nSEXLhGEIM6X90Q8ub-1Hg0QzXtqBq7vIS9ZIpRO98lAmKBJymRjfjg/s200/barcos+2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5576575330584187458" /></a><br /><strong><em>La vuelta</em></strong><br />Paula jimenez<br /><br /><br /><br /><em>Solo la juventud puede saber lo que hay en el corazón de la juventud</em><br />Patty Smith <br /><br />1<br /><br /><br />Aunque suene imposible de creer, aquella vez<br />no fue más que un impulso <br />y al comienzo siquiera<br />me daba cuenta de lo que estaba haciendo<br />ni mucho menos sabía a dónde iba.<br />Sin embargo, era claro, aquel periplo<br />tenía un objetivo y yo debía cumplir una misión.<br />No saber para qué<br />seguir y soportarlo, fue la única misión<br />que, con más o menos hidalguía,<br />pude cumplir a lo largo de estos años. <br />A veces, cuando me ponía a pensar, <br />dudaba de ese andar instintivo<br />que seguía como un perro <br />oliendo una pulsión que da el camino <br />y que podía llevarme a cualquier lado. <br />No soy ese animal<br />y no es un viaje este, habrá una casa<br />en donde dormiré, decía, como si eso,<br />una casa<br />fuera capaz de limitar aquel deseo mío <br />o como si viajar <br />no fuera bueno y detenerse sí, <br />para ser encontrado en un único lugar<br />por amigos o enemigos. <br />Ideas de la vida que se tienen: <br />el que camina debería parar, piensa <br />y el sedentario mira pasar por su ventana <br />a ese que hubiera sido él, <br />a gran velocidad.<br /><br /><br />2<br /><br />Cuando se pierden los viejos amigos<br />una se desorienta. Quizás eso es viajar.<br />Hubo momentos en que esa soledad<br />me daba mucha angustia. Yo que había sido<br />ese reflejo de mi propio mundo<br />andaba sola en uno ajeno como un gato<br />que por haber vivido en cautiverio olvida<br />la existencia de otros como él. <br />Un día escapa y ve<br />un parque lleno, escucha los maullidos, el ruido de las uñas<br />rascando la madera de los árboles, las peleas y el sueño<br />en el que caen sus hermanos, uno encima del otro<br />acurrucados sobre la tierra negra. <br /><br /><br />4<br /><br />Viajar, viajar<br />es algo que se hace pocas veces. <br />En mi caso fue una y empezó una mañana.<br />Tomé un barco. Detrás mío, en la costa, las casitas<br />cambiaban de tamaño y confié<br />en la distancia que da otra perspectiva de las cosas. <br />Lo extraordinario fue no haber reconocido <br />el estado de excepción en el que andaba<br />día trás día de modo permanente. Eso nunca se entiende<br />hasta el final. Durante aquel periplo me internaba <br />en el medio de un mar tan azul <br />como el color de unos ojos que adoré<br />y que no me miraban hacía tiempo.<br />Desde entonces, pienso seguido que el turismo miente <br />y que algunos se van para buscar <br />lo que no tienen, mientras que otros <br />se van para olvidar.<br /><br /><br /><br />5<br /><br />Decía San Francisco que haber ido a la Tierra Sagrada le enseñó<br />que no hay tierras sagradas. Conocí una antropóloga<br />capaz de asegurar que todos los lugares son el mismo. <br />Pero cuando gente como yo<br />pisamos otro suelo y escuchamos en un idioma dulce <br />las palabras de amor que yo escuché, creemos haber ido <br />de una vez a la luna, miramos el pastito que crece en las veredas <br />o el dibujo que hacen las baldosas<br />como una maravilla del Museo del Prado.<br /><br /><br />6<br /><br />Al volver de mi viaje me dijeron que mi vecino había<br />matado a su mujer y el hijo de mi amiga había matado<br />sin querer a su hermana. Otras grandes desgracias sucedieron<br />mientras estuve ausente. No es por justificarme<br />pero entonces pensé <br />que me marché para tomar distancia<br />del dolor que traerían esos hechos futuros. Soy cobarde, ya sé,<br />demasiado cobarde para quedarme a ver el deterioro<br />de las cosas que quiero.<br />Preferí ser pirata y mirar con un ojo <br />el catalejo, el continente siempre y en el puerto<br />los jóvenes pescantes con el amanecer, la promesa en sus brazos<br />fortachones y la única carga que expían cada día,<br />la de una bolsa blanca en sus espaldas,<br />que guarda el alimento.<br /><br /><br /><br />7<br /><br />Cuando me quise dar cuenta estaba lejos y no tenía<br />deseos de volver. Y para serles franca les confieso<br />que les mandaba cartas por una obligación <br />a la que obedecía ciegamente<br />como lavarme la cara o ir cada día a mi trabajo.<br />Nunca podré explicar la ambigüedad<br />de cierto tipo de piratas que aman a la familia<br />pero aman más el mar<br />porque el mar les provee desmemoria y les vacía,<br />por un rato, el corazón.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-71742266080763142292010-08-25T17:55:00.000-07:002010-08-25T18:01:54.460-07:00El mejor vals<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4obuyHP2uNTSaYJOsbUU-EYsXuXgN_S-ZT9qGwg-yTIPRNp6yRjl1cMoWqkhvTuKzzzkqLI66Zfaw2pfK6DaJNpjE2WWfWszPdKq1XnmT_JT6uxdU-WEzi8hH-mmKy76_7yZMzZaFhaQ/s1600/exposito.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5509517480753280530" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 89px; CURSOR: hand; HEIGHT: 135px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg4obuyHP2uNTSaYJOsbUU-EYsXuXgN_S-ZT9qGwg-yTIPRNp6yRjl1cMoWqkhvTuKzzzkqLI66Zfaw2pfK6DaJNpjE2WWfWszPdKq1XnmT_JT6uxdU-WEzi8hH-mmKy76_7yZMzZaFhaQ/s200/exposito.jpg" border="0" /></a><br /><div><br />Flor de Lino<br />vals 1947<br />Música: <a class="texto_rojo" id="hl_AutorMusica1" href="http://www.todotango.com/spanish/creadores/hstamponi.asp">Héctor Stamponi</a><br />Letra: <a class="texto_rojo" id="hl_AutorLetra1" href="http://www.todotango.com/spanish/creadores/hexposito.asp">Homero Expósito</a><br /></div><br /><div></div><br /><div>Deshojaba noches esperando en vano que le diera un beso,</div><br /><div>pero yo soñaba con el beso grande de la tierra en celo.</div><br /><div></div><br /><div>Flor de Lino,qué raro destino</div><br /><div>truncaba un caminode linos en flor...</div><br /><div></div><br /><div>Deshojaba noches cuando la esperaba por aquel sendero,</div><br /><div>llena de vergüenza, como los muchachos con un traje nuevo:</div><br /><div>¡cuántas cosas que se fueron,</div><br /><div>y hoy regresan siempre por la siempre noche de mi soledad!</div><br /><div></div><br /><div>Yo la vi florecer como el lino</div><br /><div>de un campo argentino maduro de sol...</div><br /><div>¡Si la hubiera llegado a entenderya tendría en mi rancho el amor!</div><br /><div>Yo la vi florecer, pero un día,</div><br /><div>¡mandinga la huella que me la llevó!</div><br /><div></div><br /><div>Flor de Lino se fue</div><br /><div>y el hoy que el campo está en flor</div><br /><div>¡ah malhaya! me falta su amor.</div><br /><div></div><br /><div>Hay una tranquera por donde el recuerdo vuelve a la querencia,</div><br /><div>que el remordimiento de no haberla amado siempre deja abierta:</div><br /><div>Flor de Lino,te veo en la estrellaque alumbra la huella de mi soledad...</div><br /><div></div><br /><div>Deshojaba noches cuando me esperaba como yo la espero,</div><br /><div>lleno de esperanzas, como un gaucho pobre cuando llega al pueblo,</div><br /><div>flor de ausencia, tu recuerdo</div><br /><div>me persigue siempre por la siempre noche de mi soledad...</div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-17859421025774728922010-08-12T10:51:00.000-07:002010-08-12T11:24:24.114-07:00Espacios naturales por Teresa Arijón<em></em><br /><em></em><br /><em></em><br /><em></em><br /><em>Quiero compartir con ustedes las palabras que leyó Teresa Arijón en la presentación de Espacios naturales, mi último libro publicado.</em> <em>Pasaron algunos meses desde entonces, pero hace poco que tengo este texto conmigo y nunca es tarde cuando la dicha es buena!</em><br /><br />“Un nene se duerme dejando un vaso de leche al lado de su cama, en el suelo. Un ratón se bebe la leche. El nene se despierta y, al encontrar el vaso vacío, se pone a llorar. El ratón apenado se va a buscar a la cabra para que le dé leche. La cabra no tiene leche porque necesita pasto. El ratón sale al campo, a buscar pasto para la cabra. Pero, como no hay agua, tampoco hay pasto. El ratón, que es muy cumplidito y parece tener todo el tiempo del mundo, va a buscar agua al pozo para regar el pasto para que coma la cabra y dé leche para el nene. Pero el pozo no tiene agua porque tiene grietas. Entonces el ratón va a buscar al albañil para que lo arregle. Pero el albañil no puede arreglar el pozo porque no tiene piedras. El ratón, cansadísimo pero sin perder el espíritu, va a la montaña a buscar piedras. Pero la montaña no quiere saber nada porque le han talado todos los árboles y parece un esqueleto. “A cambio de tus piedras,” le dice el ratón, que por lo visto promete por otros “cuando sea grande el nene plantará muchos árboles en tus laderas”. Después, el niño tiene leche de sobra. Y agua tiene el campo. Y pasto la cabra. Y cuando el nene crece y se hace hombre, planta los árboles el ratón había prometido y los árboles crecen y dan frutos y flores y la tierra de la montaña vuelve a ser fértil.”<br /><br />Quise empezar con este cuento, que Antonio Gramsci — el menos dogmático de los pensadores revolucionarios del siglo xx según John Berger— escribió en 1931, en una carta, desde la cárcel, para sus dos hijos pequeños. Quise empezar con este cuento porque alguna vez leí que el parecido es un don, y es siempre inconfundible. Y porque encuentro ese parecido entre la visión de mundo que presenta Paula Jiménez en Espacios naturales y el cuento del ratoncito esforzado que, tras haberse bebido la leche del niño y haberse propuesto enmendar ese acto y calmar ese llanto, le devuelve —por una concatenación de hechos, por pura causalidad y por obra del destino— la fertilidad a una montaña.<br /><br />Así es el mundo que nos propone Paula, o al menos el que he podido entrever en estas primeras aproximaciones a sus poemas: un mundo de laboriosa intensidad, de bondadoso entendimiento, donde todo está unido a todo, o cada cosa a otra cosa, incluso en la separación. Un mundo, por eso mismo, compasivo. De compasiva inteligencia, diría. Y de dolorosa aceptación. Un mundo tangible, como creemos tangible nuestra vida diaria, colmada como está de pequeños interludios reveladores. Un mundo donde el amor es presencia, aun en la ausencia. Un mundo sumido en la inquietud, también, y en las preguntas por la vida que pueden ser las de cualquiera de nosotros, las de un niño, las de un anciano. Un mundo donde paso a paso se encuentran algunas respuestas; un mundo, en suma, generosamente tranquilizador<br /><br />y salvo / los sauces inclinados sobre el río / nada llora.<br /><br />Así concluye el último poema de Espacios naturales, el que da nombre al libro. Y esa es la sensación —fresca, exacta, complacida— que deja su lectura: la imagen en el ojo, la que entró por la pupila como por un canal infinito y fue directo —entre todos los lugares probables que puede alcanzar aquello que la escritura fija— a un lugar donde se cruzan los pensamientos y las emociones: el lugar de un saber acaso solitario, el de la poesía, y en este caso solidario, diría, por su manera de darse a entender, de partirse y de compartirse.<br /><br />Viaje de un largo día hacia el día, los “espacios naturales” abren aquí — ¿o son? — intersticios, intermitencias, temblores íntimos de aquello que compone lo que entendemos como “la vida humana”. Viaje en el puro ritmo de la palabra, como un viaje en bicicleta: casi siempre pausado — como si Paula quisiera darnos y acaso darse más tiempo para pensar —, con sus marchas y contramarchas, sus subidas cuesta arriba, sus descensos veloces entregados al declive, al vértigo, al devenir. Y la materia — ese misterio que la preocupa con insistencia — que aparece y desaparece, y es cifra y clave de Espacios naturales.<br /><br />Componiendo una realidad “asible”, los elementos se conjugan para hacernos conocer nuestra finitud, pero también, nuestra posible belleza. En constante cadencia que absorbe, imanta y vuelve a proyectar cada imagen — redescubierta, resignificada — en el tiempo.<br /><br />Con los pies sobre la tierra, su bienamada, Paula persigue lo no visto a través de lo que ve, porque en ella ver equivale a fluir: Nunca sé más de lo que veo, dice. Atenta al detalle que a otros se nos escaparía: durante unos instantes un rasgo aislado — un pimpollo que abandona su gesto ensimismado— se apropia de su perspectiva y la impulsa a desvelarlo en el poema.<br /><br />Como tocar una ausencia, cuya aparición llega casi imperceptible: quizás sea la causa de la imagen / que un ojo sepa, conozca su vacío.<br /><br />Y la naturaleza ahí — la siempreviva —, amable y envolvente, tan amable — porque Paula la vuelve cercana — que parece estar al alcance de nuestra mano: una tempestad, una brisa, una lluviecita terca, un pájaro: todo podemos tocar y todo nos toca. No hay nada que nos sea ajeno.<br /><br />Y también, ante tanta extrema fugacidad, el desasosiego de no poder quedarse, permanecer, de no poder fijar el momento que creemos — o es o ha sido — perfecto; el desasosiego del eterno movimiento, de tener que pasar. Y el dolor de haberlo comprendido. Y lo que eso conlleva: una serena alegría.<br /><br />Y eso quisiera celebrar ahora, lo que deja Espacios naturales después de su lectura: un generoso bienestar. El deseo, y el impulso, de seguir andando. La respuesta bondadosa y compasiva a las humanas preguntas de siempre. Desde la que Diana Bellessi llama “la pequeña voz del mundo”: la poesía.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com2tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-61183061622630961452010-08-11T08:27:00.001-07:002010-08-11T08:42:13.173-07:00Cuento<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGV-Y2f7Zp-DNYQh4MWyIFnh_Zck1sJTC12WKLZ8XV92f1MK-ZWICbcA5RdPMlLn4o6avQbLlEd14i6A-VV5eW-Q366FF4cwJkH7VzewtVQtBlfrARaHA39G9Gp2XcoBkFrv6TqOhZ6BQ/s1600/angeles.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5504178013294379778" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 94px; CURSOR: hand; HEIGHT: 124px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGV-Y2f7Zp-DNYQh4MWyIFnh_Zck1sJTC12WKLZ8XV92f1MK-ZWICbcA5RdPMlLn4o6avQbLlEd14i6A-VV5eW-Q366FF4cwJkH7VzewtVQtBlfrARaHA39G9Gp2XcoBkFrv6TqOhZ6BQ/s200/angeles.jpg" border="0" /></a><br /><div><em><strong>Angelus<br /></strong></em></div><br /><div align="left"><br /><br />Mi padre no quería morir sin verme casada y se lamentaba por mi suerte. “Nos, buscábamos una niña normal... y me cago en la puñetera madre que te parió”, decía. Violentábase él y yo misma percibía que mi vida no le caía en gracia. Lo enfrentaba entonces con desconocida vehemencia que brotaba de mí como un demonio. Y él, ¡si, vierais con qué furia reaccionaba! Con deciros que una mañana agarró por orejas un cabrito y revoleolo en los aires del enojo.<br />Os voy a contar mi historia. Tenía yo una amada: Magdalena, la esbelta y fogosa Magdalena que nació con pelo rojo y no tiñose en toda la eternidad. Soltábalo al viento levantando nubes de polvo a su paso, sus labios hinchados y pómulos altos conferíanle aspecto de actriz de cine, más, no existía cine alguno ni película que proyectar en esos tiempos. Mi otra amada, Sara nombráronla sus padres y las generaciones, carecía de dotes artísticos o cualquier menester que a esto relaciónese. Pálida y menuda como un cristo, pero enloquecían todas las gentes de amor al conocerla. Tan bella era. “No te alcanza con una, tortillera de mierda”, reprendíame mi padre.<br />En una oscura habitación de la casa de piedra familiar, dormía yo, envuelta en edredones. Tanto frío hacía. Pero el calor llegabame si por las noches recordábalas a ellas e incurría en silenciosas masturbaciones que a nadie molestábanle. He sido cuidadosa siempre con ellos. No metíame yo nunca nada que hiciese ruido, ni gemía y recibía agresiones, sin embargo. Por eso, más que nadie, valoraba yo la soledad de mi cuarto y enojome la aparición de un ángel que, con buenos argumentos, queríame convencer de cosas que no eran.<br />Había logrado conciliar el sueño aquella noche cuando llegó hasta mí la esfumación. Colóse por las rejas de las ventanas este ángel, forma de púber en rayos de luz divina que dañome la vista. Apreté mis párpados entonces y encandecida rogué bajara la intensidad para abrir mis ojos y no lo hizo. Tan lejos de la experiencia humana hallábase ese ángel, noté yo, e hizose el sonso como si hablárale yo o pasara un tren que no había alguno, ni vías en Jerusalem para que transitara. Irritome y le exigí que se fuera. Más, mostrábase imperturbable él y alzando brazos cantome un salmo que titulole el Ángelus. “Detesto los salmos a esta hora”, grité, pero no respondiome. ¿Cómo habríame de escuchar él a mí en medio de tanta orquesta? Por mi parte, sospeché que todo el pueblo estaría ya despierto dado el volumen. Tan grande era. De pronto hablóme con eco el querubín. Érase una voz metálica y espantosa como todo en él. Más, el horror llegó cuando acercose a mí tendiéndome tres dedos suyos. Abrí un ojo mío y vilo sonriente al invasor.<br />- ¡No! - advertíle - ¡Vais a electrocutarme! ¡Salíd de mi cuarto!<br />- No debeis temer, María – díjome en su repugnancia – soy un enviado de Dios.<br />- Angel mío – respondí amablemente porque tampoco queríame yo ganar el infierno.<br />- Arcangel – corrigióme el pedante.<br />- Perdón, Arcángel mío, vos no creéis que carezco yo tan de imaginación como para no figurarme que sois un enviado de Dios, ¿verdad? Más, ¿para qué quieresme Él a mí que está tan bien solo? Y, os suplico, no me toqueis que me impresiona.<br />Antes que una respuesta saliera de sus labios, retornose la cantata a la tierra. Sostuvo el coro una nota musical por largo tiempo, prologando la anunciación de la que vosotros ya habeis tenido noticias por medio de Pablo y Mateo. Que en paz descansen.<br />- Un hijo – dijome el arcángel – El Señor Dios quiere un hijo tuyo.<br />- ¿Un hijo? ¿¿Un hijo?? Hacédme un favor, Arcángel mío – dije y tomeme el pecho que reventábame de disgusto -, en mi nombre vais a decirle que no. Que así estoy bien.<br />- Y ¿porqué? No os entiendo, seríais una privilegiada.<br />- Aunque vos lo pongais en tela de juicio y tu creencia condeneme injustamente al pecado de la mentira y este al infierno, más terrible es la verdad, que lo que no tiene es remedio como dijo el cantante, pero debo deciros que lo soy.<br />- Que lo sois, ¿qué? Eres muy complicada<br />- Que soy una privilegiada, mi arcángel... y por un motivo que no os va a agradar... – dije yo pensando en los fogosos besos de Magdalena - perdón... ¿cómo os llamais?<br />- Gabriel<br />- Gabriel: un gustazo. María<br />- Lo sé. Pero sigamos con el temita de la anunciación ¿cuál es el privilegio de decir no?<br />- Mirad Gabriel como son las cosas: en este son todas más o menos iguales y vos habeis dado justo con la excepción.<br />- Sí, por eso os ha elegido el Señor.<br />- A ver – desafielo yo – ¿Porqué soy una excepción para el santísimo?<br />- Sois virgen<br />Cuando dijo “virgen” entonó el coro celestial: “Virgeeeeeeeeen”. Más, todos vosotros estais equivocados, asegurele al ángel. Y él:<br />- ¿Cómo?<br />- Como os digo. Y hay más para contaros pero prefiero mantenerlo en secreto. No os enojéis pero este es un pueblo chico.<br />- Y, ¿Dios...?<br />- Dios, ¿qué?<br />- ¿Cómo Dios no lo sabe?<br />- Bueno, suponíame yo que Dios conocíame mejor que nadie. Que estábame habitada por su espíritu y que yo habitaba el suyo y los dos en la casa de mi padre, con quién discuto seguido pero que también tiene a Dios adentro. Y creíale yo que Dios peleábase con Dios cuando mi padre y yo discutíamos. Que cuando una vez mi padre voló un cabrito por los aires, también volólo a Dios, que en el cabrito había. Que en paz descanse, pero de todos modos nos lo íbamos a comer otra noche si no era esa.<br />- ¿A Dios?<br />- No, al cabrito.<br />- Me estáis mareando. No estoy preparado para tanto. Además yo solo he venido a anunciaros lo que Dios me ordenó hoy por la tarde: “Ve y dile a María que tendrá un hijo mío. Nunca ha estado con un hombre pero en su vientre engendrará un niño”<br />- ¡Dios me libre! – grité desesperada – Para destino mío suena un poco bizarro. Por otra parte, debo explicaros que el Señor ha recaído en un error al pensar que soy virgen… es cierto, no he estado con un hombre, pero la virginidad puede perderse de muchas maneras.<br />Luego de estas palabras sobrevino el silencio. No escuchábale yo sino el piar de los pájaros a lo lejos o el lento andar de una carreta romana perdida en la oscuridad con un gladiador arriba. Todo parecíame vuelto a la normalidad cuando de pronto la voz del arcángel retornóme a los oídos:<br />- ¡Oh! ¡Qué ridículo me siento! – lo escuché, más, yo seguía sin mirarlo porque dañabame la luz que de él salía. Tan grande era – ¿puedo sentarme? Casi caigome redondo del impacto.<br />- Sí – dije -, sentaros. Y ya que estais ¿no os cubriríais con esta manta negra, así puedo abrir mis ojos?.<br />El ángel se tapó al fin, esa luz me destruía la visión. Al levantar los párpados vi que sus alas se curvaban y bajo la manta opacábase el intenso brillo, imaginé que por desilusión. De súbito, espetó:<br />- ¿Sabés María? No tengo ganas de pasarme la eternidad comprendiendo ¡Ya estoy cansado! ¡Que ve para allí y que digas esto! ¡Que no nací para profeta, que yo sí! ¡Que anunciale tal cosa y aparécete en tal lugar! ¡Que no soy virgen! ¡Que esto, que lo otro! ¡Llevo años componiendo músicas para diferentes ocasiones y si hago esto es para poder cantar con mi coro, y nada más! ¡Porque lo que gustame es cantar! ¿Entendeis? ¡Amo la música, más que a dios, más que a nada! ¡Así que me voy y arreglaros directamente con Él! ¡Conmigo se acabó!<br />Así nomás disipose el arcángel loco y a diferencia de cómo había llegado se fue de mi lado sin hacer aspavientos. Solo dios habrá visto la luz extinguirse en la ventana, apagarse la estrella de su sueño fugaz en la inmensidad de la noche. </div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-19758758689197994982010-06-14T10:51:00.000-07:002010-06-14T10:58:25.720-07:00Perla<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuLGSwJpicf-SFCQloLnhyZxmTtupoVgtUftKWSUdpNK7wq3sVIkJ9oTTuQTuhAfbGCHLrD4KXTzO51aipAcbI16gSNnO2cHOUIUb_3nCaS0hTYSKZie0nieGw20LR1STc6WcdC_VERCc/s1600/perla.jpg"><img style="margin: 0pt 0pt 10px 10px; float: right; cursor: pointer; width: 93px; height: 114px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhuLGSwJpicf-SFCQloLnhyZxmTtupoVgtUftKWSUdpNK7wq3sVIkJ9oTTuQTuhAfbGCHLrD4KXTzO51aipAcbI16gSNnO2cHOUIUb_3nCaS0hTYSKZie0nieGw20LR1STc6WcdC_VERCc/s200/perla.jpg" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5482690042331097650" border="0" /></a><br /><p class="volantasuple"><span style="font-weight: bold;">Suplemento Soy</span><br /></p><p class="volantasuple">IN MEMORIAM</p> <h2><span class="csoy">La buena educación</span></h2> <a name="formu_mail"></a> <div id="xmail" style="display: none;"> <form id="form_mail" name="formu" onsubmit="return check_enviar_nota()" action="/usuarios/enviar.php" method="post"> <div class="cerrar">[<a onclick="mail(1)" href="javascript:;">cerrar</a>]</div> <h4>Comparta esta nota con un amigo</h4> <table> <tbody> <tr> <td>E-Mail de su amigo<br /></td> <td><input name="amigoemail" autocomplete="OFF"><br /></td></tr> <tr> <td>Su nombre<br /></td> <td><input name="nombre"><br /></td></tr> <tr> <td>Su E-Mail<br /></td> <td><input name="tuemail" autocomplete="OFF"><br /></td></tr> <tr> <td><br /></td> <td><input value="/diario/suplementos/soy/1-1421-2010-06-14.html" name="url" type="hidden"><input value="Enviar" name="enviar" type="submit"><br /></td></tr></tbody></table></form></div> <p class="autor"><img alt="" src="http://www.blogger.com/commons/imgs/go-gris.gif" /> Por Paula Jiménez</p> <div id="cuerpo" style="font-size: 13px;"> <p class="margen0">Cuando Perla Szuchmacher ya había enfermado, despertó de una operación y pidió papel y lapicera para escribir la dramaturgia de su última pieza teatral, basada en el cuento de Linda de Haan y Stern Nijland, Rey y rey. Perla la llamó Príncipe y príncipe, y es la clásica historia de aquel que hereda el trono y debe contraer matrimonio para poder asumirlo. Pero, ¡atenti! Que la historia deja de ser clásica cuando a la reina le sale el tiro por la culata, porque lo que el futuro rey asumirá no es solamente su lugar en la corte. Una vez hecha la convocatoria a las más bellas señoritas, éste elige desposar nada más y nada menos que al hermano de una de ellas. La reina le pregunta entonces sobre cómo harán para tener hijos, y éste le contesta que los adoptarán. Tomá mate. Es que dentro del amplio espectro de preocupaciones sociales incluidas en las obras de Perla Szuchmacher, la de la diversidad sexual aún no había sido abordada por ella hasta aquel momento, y alguna secreta urgencia la instó a que lo hiciera antes que su tiempo se acabara. Esta directora y dramaturga infantil, hermana del director de teatro Rubén Szuchmacher, nació en la Argentina en 1946 y se exilió en México, donde murió el 10 de mayo de 2010, tras padecer cáncer durante un año. En el momento de su muerte, Príncipe y príncipe ya estaba en cartel.</p> <p>Perla, que en los años de dictadura fue despedida de Canal 13, donde conducía un programa para niños, desarrolló en México una trayectoria y un perfil artísticos poco frecuentes, no sólo por su posición combativa frente el teatro infantil –“es el patito feo del teatro y me encanta remar contra la corriente y dignificar este arte”, dijo en una entrevista–- sino porque todos los temas que eligió para poblar su dramaturgia son el patito feo, el diferente, el costado rezagado y silenciado de algo. Es que, como tenía un gran respeto por los chicos y no subestimaba nunca su inteligencia, Szuchmacher no desmereció que éstos pudieran comprender el entramado cultural circundante y por eso no se calló nada; sólo tuvo que encontrar el lenguaje idóneo para eso y le salió muy bien (además, ¿qué mejor momento de la vida de un ser humano que la infancia para cultivar valores que alienten a la construcción de una sociedad distinta desde sus bases?). Por eso las obras de Perla Szuchmacher debaten temas nodales como el desempleo o la explotación infantil, en Inútil presentarse sin reunir los requisitos; el machismo, en el caso de ¡Vieja, el último! –una expresión sexista que desde chicos usan los mexicanos y que quiere decir algo así como “el que queda último es mujer”– y que se ha transformado en un clásico; la adopción, como en la galardonada obra Malas palabras; y, a partir de su tiempo final, también, y afortunadamente, la homosexualidad.</p></div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-89867702331624150782010-05-08T08:50:00.000-07:002010-05-08T09:02:41.660-07:00<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheQ3jYjkrkGPp1C5CnrbKu-GmJRuVhuSPUb-7r1mdwi9UukHS_recxAozDI0wX6y-8LeKfjJ7ne-vsS68N8025LzaW8KbFBov9Lkxcn5c9JrhNRSDe21kOoG8hycHMfTs0ow6fgHn3w80/s1600/dia+de+los+muertos.jpg"><img style="MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 145px; FLOAT: right; HEIGHT: 98px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5468930196568029730" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheQ3jYjkrkGPp1C5CnrbKu-GmJRuVhuSPUb-7r1mdwi9UukHS_recxAozDI0wX6y-8LeKfjJ7ne-vsS68N8025LzaW8KbFBov9Lkxcn5c9JrhNRSDe21kOoG8hycHMfTs0ow6fgHn3w80/s200/dia+de+los+muertos.jpg" /></a><br /><div><em><strong>Día de los muertos en Patzcuaro</strong></em><br /><br /><br /><br />Llegar en medio del adiós<br />y la renuncia<br />para subirnos a una embarcación<br />y con la luna abandonar la tierra.<br />Pisar otra vez el suelo firme<br />y ver las flores<br />las frutas, los cigarros<br />desparramados en las tumbas.<br />Vos y yo caminamos ascendiendo<br />y descendiendo por la colina oscura<br />hasta el panteón,<br />más vivas que el amor, que las hormigas<br />que el movimiento entero.<br />Como tantos<br />no somos más que turistas deslumbradas<br />por este mundo en el que nada hay<br />del todo vivo<br />o del todo muerto. Ahora miramos<br />a los muchachos abrazarse,<br />borrachos ya<br />brindando en las cantinas<br />o bajo las estrellas, en la costa.<br />A penas si se pueden sostener<br />pero se yerguen<br />como si todo el equilibrio fuera en ellos<br />una fiesta y la noche, compañías eternas<br />como el cielo y el infierno.<br />Yo estoy cansada de andar<br />y soy como los muertos de este día<br />no toco con mis manos lo que amo<br />nadie me quiere a mí<br />sino al recuerdo de su amor antiguo.<br />La madrugada cae y se atenúa<br />el fulgor de la estrella.<br />Bajan los santos, los niños, los fantasmas<br />hasta nosotras<br />que untamos guacamole<br />y temblando de frío bebemos café negro.<br />La claridad se impone, se acomoda<br />a las calles suavemente y va cobrando<br />nitidez la ofrenda<br />que en su periplo abandonó la noche.<br />Hecho de vidrios,<br />de vasos y de pétalos, el sol da forma,<br />nuevamente, al mundo. </div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com6tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-72727660082492727822010-05-05T09:44:00.000-07:002010-05-05T12:15:41.896-07:00Entrevista<em>Realicé esta entrevista un tiempo antes de que Vanina declarara contra su padre, o mejor dicho, a favor de la justicia. No la subí en ese momento y lo hago ahora. Hay temas y personas cuyas historias y opiniones son mucho más que una noticia. </em><br /><br /><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicF0lTggN9rdwHvOyFg4-KWuLLyMcjpypeL3BnRpf5pJzZFZV-_jr5llsbOEdscHRAwfkA7hAcjqrF7_tufucYs_N1gDj6B5nJTvfrI211QiP3_OlkRCpYQAfN2U6fL1xeK6eShKiyyvQ/s1600/vanina.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5467828319600204418" style="FLOAT: left; MARGIN: 0px 10px 10px 0px; WIDTH: 133px; CURSOR: hand; HEIGHT: 200px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicF0lTggN9rdwHvOyFg4-KWuLLyMcjpypeL3BnRpf5pJzZFZV-_jr5llsbOEdscHRAwfkA7hAcjqrF7_tufucYs_N1gDj6B5nJTvfrI211QiP3_OlkRCpYQAfN2U6fL1xeK6eShKiyyvQ/s200/vanina.jpg" border="0" /></a><br /><a title="" href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/index-2010-03-19.html"></a><br /><div><br />Viernes, 19 de marzo de 2010<br />ENTREVISTA<br /><em><strong><span style="font-size:180%;"></span></strong></em></div><br /><div><em><strong><span style="font-size:180%;">A la izquierda del padre</span></strong></em></div><br /><em><strong><span style="font-size:180%;"></span></strong><div><br />Está autorizada por la Cámara Federal de la Capital a declarar como testigo en el juicio que se le sigue a su padre por la apropiación de Juan Cabandié, su hermano menor. Actriz, lesbiana y testigo de una historia violenta, Vanina Falco ha contado su verdad arriba del escenario, abajo, y sigue contando en esta entrevista.<br /></em></div><a title="Abrir nota en una ventana nueva" href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/1-1283-2010-03-19.html" target="_blank"></a><br />Por Paula Jiménez para Suplemento Soy <div><br /><strong>En Mi vida después, el biodrama de Lola Arias, vos interpretás la historia de tu vida... ¿Cómo te decidiste a hacerlo?<br /></strong></div><div> </div><div>—Como actriz fue una experiencia totalmente nueva y atípica. Cuando Lola me propuso trabajar en el proyecto tuve una sensación contradictoria. Me parecía un proyecto interesantísimo y al mismo tiempo me preguntaba cómo será esto de contar mi propia historia, de actuarla. Era algo más parecido a un abismo que a una certeza, pero la experiencia fue hablando por sí sola. El trabajo se fue armando entre todos, pero el texto es de Lola y se desliza en un borde entre la ficción y la realidad. No es fácil interpretar algo biográfico. Claro, una dice: un texto, sí, pero ese texto era yo: “Muere Perón y nazco yo, después de un parto de catorce horas”.<br /></div><div><strong>¿Y cuál es tu historia?<br /></strong></div><div> </div><div>—Nací en el ’74, en una familia de clase media, hija de un padre que supuestamente era visitador médico, además de algo relacionado con la policía, y de una madre contadora. Nosotros nunca teníamos muy claro qué era mi padre. No lo veíamos vestido de policía, pero íbamos al Círculo Policial, nos movíamos como familia de un policía. No entendíamos, él no se posicionaba como tal y después supimos por qué: era de inteligencia y había trabajado durante la época del proceso. Yo era la más grande de dos hermanos. En el medio, tenía conocimiento de que mi madre había perdido una beba y que después de ella llegó mi hermanito. El primer registro que tengo es el de mi padre entrando con él en brazos a mi casa. Pero en realidad nunca supe que era adoptado, yo era muy chica. Nos creíamos hermanos biológicos. Mi padre se encargó de que nadie se enterara. Hace seis años, mi hermano, que en ese entonces se llamaba Mariano, comenzó a tener dudas sobre su identidad. El venía acumulando muchas cosas, sobre todo una historia tristísima y violenta con mi progenitor. Lo maltrataba sistemáticamente. Conmigo también fue violento, pero mucho más con mi hermano. Cuando me planteó sus dudas, yo le dije: “Bueno, tenemos que ir a Abuelas”. Antes se lo preguntó a mi mamá: primero se lo negó y después, en medio de todo esto, le confesó que era adoptado. Ella aparentemente no sabía nada, mi padre vino un día diciendo que había un niño abandonado en el hospital. El se encargó de hacer todos los papeles y mi madre pecó de muchísima ingenuidad, o directamente hizo la vista gorda. Yo, por mi parte, empecé a tener problemas con él en la adolescencia porque soy muy inquieta y él es un tipo muy controlador. Me fui de mi casa a los 21 años después de un último episodio violento a raíz de haberse enterado de que yo estaba teniendo mi primera relación con una chica. Tuvo una reacción nefasta. El, cada tanto, una vez por mes, me preguntaba si había cambiado de opinión y yo le decía que no. Y un día se armó una discusión y él se puso más violento; ése fue el quiebre total para decidir irme. Yo estaba esperando a cumplir la mayoría de edad, porque él me venía amenazando con que yo era menor. Así que cuando pasó lo de Juan me agarró independizada y lejos de mi padre.<br /></div><div><strong>¿Cómo fue el íntimo reconocimiento de lo que te estaba pasando con una mujer en medio de un contexto así?</strong><br /></div><div> </div><div>—Fue bastante duro para las dos, para mi novia y para mí. Ella también tuvo que soportar una embestida violenta de parte de sus padres. Pero no fue un conflicto la vivencia íntima sino el contexto, la persecución mental de mi padre hacia mí: él me esperaba en un lugar del que yo no podía salir, me preguntaba si había cambiado de opinión, yo le decía que no y hablaba sólo él. Era una tortura psicológica, un interrogatorio, una mecánica hostigadora que discerní a la luz de saber que había sido policía de inteligencia. Me decía cosas como: “Vos estás enferma, yo te voy a destruir”. “Vos conmigo no vas a poder.” “Yo sé bien lo que es que alguien me suplique.”<br /></div><div><strong>Tu hermano y vos tienen en común que tu padre ejerció sobre ambos un cercenamiento de la identidad...</strong><br /></div><div> </div><div>—Conmigo lo intentó, sí, pero no pudo...<br /></div><div><strong>En el caso de tu hermano también lo intentó y finalmente tampoco pudo...</strong><br /></div><div> </div><div>—Claro, no lo logró, pero lamentablemente en el caso de mi hermano duró mucho la supresión de la identidad. Juan la recuperó recién a los 25 años, yo, cuando me di cuenta de que me gustaba una chica, me gustaba una chica. Fue inmediato. No hubo un momento en el que yo dijera “bueno, lo oculto”. No. Yo estaba convencida de que si deseaba eso iba a ir contra viento y marea. No es que yo había tenido episodios antes y por miedo, o porque había nacido en un entorno violento y autoritario, me los había callado. Esa fue mi primera vez, pero, por suerte, tuve un gran apoyo de mis amigos y de mi novia de ese momento.<br /></div><div><strong>¿Y de tu hermano?<br /></strong></div><div> </div><div>—Mi hermano era muy pequeño cuando se desató todo esto y él estaba afuera y al volver encontró la casa explotada. Para él era difícil por crianza, porque nosotros fuimos a un colegio religioso. Y fue difícil para él porque, por parte de mis padres, había mucho ocultamiento y el argumento era: “Tu hermana está mal”. Pero después, con el correr de los años, cuando nos reencontramos, él enseguida aceptó. Estaba preocupado porque yo iba a ser actriz, en realidad. “¿De qué vas a vivir?” era la pregunta, no con quién. Yo siempre me sentí muy acompañada por él. Además de ser un hermano, es un gran compañero para mí.<br /></div><div><strong>¿Cómo es hacer el coming out en cada función de Mi vida después, delante de todo el público?</strong><br /></div><div> </div><div>—Es verdad que una lo dice arriba de un escenario, pero yo no sé lo que es estar en el closet. Yo siempre, de entrada, lo comuniqué, tanto a mis amigos, como a mi entorno laboral. Incluso a mis padres. Y esto que doy a conocer en la obra aparece dentro de un contexto de un friso de él, de mi padre, de mostrar su violencia sistemática. No creo que él hubiera reaccionado de modo muy diferente si le hubiera aparecido con cualquier otra cosa, como por ejemplo embarazada, sin saber quién es el padre. Claro, él esperaba que me recibiera en una carrera y que consiguiera un marido que me hiciera feliz y le diera nietos. Por supuesto que su hija, la abanderada, porque yo era muy buena alumna, le dijera que le gustaban las mujeres, era un poquito fuerte para él. Esto lo detonó más que otras cosas. Entonces, creo, volviendo a la obra, que Lola, la directora, lo expone como parte de un accionar violento y cierra la imagen de un tipo con una violencia desmedida. A mí él me pegó una vez y me desfiguró la cara. Ese fue el único episodio violento, físico, que tuve en relación con mi elección sexual. Por otra parte, lo que le pasó a mi mamá es que no podía entender que yo fuera bisexual. A mí me encantan los hombres, también. En verdad, estoy hace años en pareja con una chica, y elijo mayormente mujeres, sobre todo para compartir mi vida. Pero creo que las identidades sexuales son móviles. Yo lo vivo así. No creo que algo se establezca y quede para siempre así. Ese no establecerse para mi madre era tremendo. Ella necesitaba una definición.<br /></div><div><strong>¿Estás por declarar contra tu padre?<br /></strong></div><div> </div><div>—En el juicio que lleva mi hermano, desde un principio, con los abogados de Abuelas empezamos a pensar que era importante que yo declarara porque hay muchas cosas que puedo confirmar. Ya lo había intentado hace cinco años, pero fue rechazado ese pedido porque la ley me prohibía que yo declarara por mi vínculo sanguíneo. El año pasado presentamos un escrito en el que pedí directamente a la jueza actual declarar. Lo presentamos. Estaba de vacaciones, me sonó el celular y era el abogado diciéndome que la cámara lo había aprobado. Fue un momento muy fuerte. Yo estaba descreída de que lo íbamos a conseguir. Es un fallo histórico: sienta el precedente de que una hija pueda declarar contra su padre y esto habilitaría a que otros familiares puedan también hacerlo. Esto abre un campo importante para la causa y lucha de Abuelas. Es una alegría y una gran responsabilidad. No experimenté ningún tipo de contradicción cuando se aprobó mi declaración. De hecho, me quería volver de mis vacaciones. Fue un 23 de diciembre. Es como me dijo un amigo: un regalo de Papá Noel.<br /></div><div><strong>¿Alguna vez imaginaste que tu padre podía ser un apropiador?</strong><br /></div><div> </div><div>—Apropiador no, pero en mi casa el tema de los desaparecidos era un tema prohibido. Yo me enteré de grande de lo que había pasado en este país porque empecé a investigar por mi cuenta y a militar en una agrupación en la facultad. En realidad, la época en la que me hacía los interrogatorios coincidió con el momento en que se dio a conocer el caso de los mellizos Reggiardo Tolosa, que fueron apropiados por Samuel Miara. La bestia de Samuel Miara era mi tío Lito y esos chicos fueron criados con nosotros como mis primos. En ese entonces tuve por primera vez dudas en relación con el pasado de mi papá. No ligaba a él la figura del apropiador, pero sí lo relacioné con cierto accionar en las fuerzas. Y a raíz de esto yo pensé que podía ser hija de desaparecidos, pero yo nací en el ’74 y dije no, además soy igual a mi madre. Pero lo que me pasó es que no pude girar la cabeza y ver a mi hermano. Me llevó años de terapia sacarme esa culpa. Ocurrió que fue una mentira bien guardada por ellos y además, mi hermano y yo somos muy parecidos físicamente, ése fue un detalle que nos jugó en contra. Además era un discurso reforzado: “Mirá qué iguales que son”, nos decían todo el tiempo. Nos vestían iguales. Esa duda que tuve en un primer momento la dejé morir, y después, inmediatamente, pasó a primer plano mi conflicto con mi padre por mi elección sexual, así que todo ese combo me impidió profundizar.<br /></div><div><strong>¿Pensás que tu padre fue torturador?</strong><br /></div><div> </div><div>—Si me dejo llevar por la intuición o por el rechazo de piel que me produjo él cuando accionó de esa manera conmigo y cuando me enteré de lo de Juan, yo te diría que sí. Yo no necesito que la Justicia me asegure algunas cosas. Yo siento que él no estuvo afuera de la maquinaria represiva. Y tengo sospechas fuertes de que pudo haber sido un torturador, son pesadillas que me acompañan. Igual, cuando decidí irme de mi casa, di vuelta una página de mi vida para no volver a girarla nunca más. Yo sabía que yo quería otra cosa para mí y él formaba parte del pasado. Cuando se desató lo de Juan tuve una reacción epidérmica peor que cuando tuve que enfrentar a mi padre por lo de mi decisión sexual. Una vez me dijeron: “Pero vos no podés ir en contra de tu padre, pensá que puede ir preso”. Pero yo no puedo ir en mi contra, en contra de la verdad, tengo que ser leal a mí misma. Aunque sea mi padre, yo no tengo dudas en relación con mi deseo de justicia.</div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-77991893120225247842010-04-22T07:48:00.000-07:002010-04-23T06:14:08.402-07:00Poema<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRmDyJAzWIQnqcRF3GljvIHViA0zef7U6JUTWE7eVL1aFQjCeiwMZAoIJs38jShxHJ2W0TtVbqSEB7TQ_rEJiNKIOGUUFegBsVDrEEf1CdxgcagBGUWmp3ow6LQro6Netc6tO9QDwQNmg/s1600/praia+do+lazaro.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5462982863383442242" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 126px; CURSOR: hand; HEIGHT: 84px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgRmDyJAzWIQnqcRF3GljvIHViA0zef7U6JUTWE7eVL1aFQjCeiwMZAoIJs38jShxHJ2W0TtVbqSEB7TQ_rEJiNKIOGUUFegBsVDrEEf1CdxgcagBGUWmp3ow6LQro6Netc6tO9QDwQNmg/s200/praia+do+lazaro.jpg" border="0" /></a><br /><div><strong><em>Ubatuba<br /></em></strong><br /><br /><br /><br /><br />No son embarcaciones<br />sino pequeños buques como impactos<br />de color en el agua. Algunos<br />tienen nombre: Pie desnudo, La reina<br />de la playa, Tus ojos, El pescado.<br />Apenas balancea sus viejas estructuras<br />un oleaje calmo que se agita<br />en la orilla de la isla Providencia.<br />Tratamos de seguir el movimiento<br />ir más allá<br />de la quietud del mar.<br />Bajo un cielo cargado </div><div>entramos con el kayac y se aleja </div><div>el dibujo perfecto de la costa.<br />Son las seis de la tarde, pero el sol<br />amenaza perderse<br />entregarse a la noche que adelantan<br />las nubes tormentosas.<br />Es la última tarde en la Praia Do Lázaro<br />¿quién pudiera medir lo transcurrido<br />desde el primer crepúsculo<br />que vimos </div><div>cerca de aquí, en la costa de Sununga?<br />No parecían reales esas olas inmensas<br />disueltas en vapores plateados<br />que lustraban las rocas y rugían<br />furiosas y cansadas<br />de su constante avanzar y retraerse.<br />Cada vez esa furia aplacaba la nuestra<br />golpeaba nuestra ira cotidiana<br />esas olas entraban en tu cuerpo y el mío<br />y nos hacían silentes y sumisas.<br />Como si fuera hoy quema la arena<br />que esa tarde pisamos. Y yo te veo a vos<br />mirando el panorama de aquel cielo<br />diluido en el agua.<br />Ahora las dos remamos mar adentro<br />voy adelante y no puedo girar<br />para espiar tus ojos<br />el movimiento equidistante de tus brazos.<br />Ya se terminan<br />los días en la costa que se parece más al paraíso<br />de todas las que vi, porque supongo que el paraíso es<br />ese lugar donde el instante cobra<br />un valor igual al tiempo entero.<br />Ya se termina<br />es lo que dicen todos cuando vuelven al yugo indeseado<br />y sienten que los días van muy rápido y que no elijen<br />la vida ni el infierno.</div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-27872299573750812822010-04-12T04:31:00.000-07:002010-04-12T04:37:11.721-07:00Otra lectura<div align="center"><span style="color:#663300;">Lunes 12 de abril de 2010 - 20 hs.<br />"LECTURAS EN BARTOLOMEO"<br /><br />"POESÍA, MÚSICA Y MEMORIA" en el Bar "BUKOWSKI"</span><br /><br /><strong>Bartolomé Mitre 1525, Buenos Aires </strong><br /><br />- - - - - - - - - -<br /><span style="color:#663300;">www.apoaenelmoyano.blogspot.com<br /><br />¡¡¡¡¡ VISITANOS !!!!!<br /><br />www.lecturasenbartolomeo.blogspot.com<br /></span><br /><br />= = = = = = = =<br /><br /><strong>Este lunes 12 de abril de 2010, a las 20 hs.<br /></strong><br /><span style="color:#663300;">continuamos las reuniones de lectura<br /><br />-a desarrollarse todos los lunes-<br /><br />en "Bukowski" -un espacio dedicado a distintas expresiones del arte-<br /><br />y los invitamos a compartir esa noche dedicada a la poesía.<br /><br />En nuestro próximo encuentro de este año<br /><br />leerán sus textos los escritores</span><br /> <br /><br /><span style="font-size:130%;"><strong>* María Cristina Santiago<br /><br />* Mario Sampaolesi<br /><br />* Paula Jiménez </strong><br /><br /></span><strong><span style="font-size:130%;">Además contaremos con la participación del músico<br /></span></strong><strong><span style="font-size:130%;">* Juan Pablo Fernández<br /></span></strong><br /><span style="color:#663300;"> <br /><br />Destacamos que, en la idea de abrir el espacio a todos los creadores,<br /><br />también continuamos nuestro "micrófono abierto"<br /><br />destinado a quienes quieran darse a conocer,<br /><br />a quienes quieran compartir sus textos.<br />Los esperamos.<br /><br />ENTRADA LIBRE Y GRATUITA.</span></div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-12322580812816063372010-04-05T13:32:00.000-07:002010-04-06T14:39:55.592-07:00Dos Lecturas Dos<strong><em>BOMB PLAN</em></strong><br />-lecturas de poesía al aire libre-<br /> <br /> <br />Mercedes Halfon<br />Marcelo Cutró<br />María Medrano<br /> <br />Jueves 8 de abril a las 20 hs.<br />Bonpland 1660 - Espacio Cultural Bompland - Asamblea de Palermo<br /> <br />Feria de productos de Yo no fui (talleres artísticos y productivos de las cárceles de mujeres de Ezeiza y de las mujeres que salen en libertad/ www.yonofui.org.ar)<br />Bar y comidas Rikisito<br />Feria de libros <br /><br /><br /><em><strong>Papeles blancos</strong></em><br />jueves 8 de abril / 22hs.<br /><br />Leen:<br />Jorge D'alessandra<br />Fernando Graneros<br />Tomás Maver<br /><br />Invitada:<br />Paula Jimenez<br /><br />Música:<br />Maldición maleva<br /><br />Entrada: $8 <br />La ratonera cultural/ Corrientes 5552paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-87517826707292616682010-03-23T07:41:00.000-07:002010-03-23T07:49:17.431-07:00Y ahora: uno de viajes. Para variar<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXUjkN0LOU1k_MRvBoT-RHN8CBH7ebNEJvFSR5ookduy73TjCfxzk87CsmPwj2fhyD5waL_o_9GXcfd-pBoV9QurqaV2t7AvzjC6I4N-5883HbGajI2Gz2ObNEprhZdtkryMd4v_Jj8cQ/s1600-h/350.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 112px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgXUjkN0LOU1k_MRvBoT-RHN8CBH7ebNEJvFSR5ookduy73TjCfxzk87CsmPwj2fhyD5waL_o_9GXcfd-pBoV9QurqaV2t7AvzjC6I4N-5883HbGajI2Gz2ObNEprhZdtkryMd4v_Jj8cQ/s200/350.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5451841163122714450" /></a><br /><strong><em>Hotel de Laguna Hedionda</em></strong><br /><br /><br /><br />Sí, tengo en mis manos este libro y leo<br />arrimada en el fuego – como el protagonista<br />que alza su copa y bebe de su vino <br />al borde de un hogar. Es el único fuego<br />y se acabará pronto<br />dejándonos sin luz y sin calor. <br />Mientras tanto<br />encuentro la oración: “Era llevado<br />hacia mi destino y no importaba<br />si a costa del peligro o incluso<br />si eso me destruiría”. <br />El frío toca el hueso y lo hace de verdad, <br />pero no anhelo amparo ni tengo miedo ahora. <br />No puede pasar nada. <br />No sé sentir terror<br />por esas cosas que ya se han desplomado.<br />El fuego <br />se extingue al lado mío<br />y la sala se amplía y se congela. <br />Las letras, en la hoja de mi libro<br />se van amalgamando unas con otras, <br />volviéndose grisáceas, movedizas. <br />Por la ventana veo a los flamencos <br />inquietarse y los oigo <br />chillar en su concierto y su cortejo.<br />Yo perdí mi refugio tiempo atrás, <br />cuando empezaba el viento<br />a girar en la arena<br />conduciendo este frío.<br />Ahora <br />estoy completamente al lado tuyo<br />como hace un rato estaba<br />junto al fuego. <br />Pero vos querés irte <br />aunque no puedas, extinguirte también.<br />Es esto lo que hay y sin embargo <br />volvería a comer junto a tu plato<br />a chocar en el aire congelado<br />con tu copa de vino<br />a escuchar una cueca mal cantada<br />por un coro de mozos. No me importa,<br />lo elijo <br />elijo lo que venga<br />con esta decisión que desconozco <br />y que sin duda es mía. Elijo porque sé <br />- porque la gente intuye los caminos<br />de su felicidad - que llegada la noche <br />escucharé el desierto<br />con su silencio ecuánime<br />cortarse en mis oídos y agitarse <br />por tu respiración.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-10039371904518546912010-03-03T12:00:00.000-08:002010-03-03T12:17:40.192-08:00Otro de viajes<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6ItN4fbjWA-shBTg7zNour8MSwV7GigsOibarCLTl7z_5Jy2hcQdg9v5D1zD2rmZfb74eiba6gOeLmpLXS4MH1XWdd17rTIl7AhBkGN4MKpUoajTpqHQ0F6nRnqPb_dQ0sUEDqsBEw10/s1600-h/193.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 112px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj6ItN4fbjWA-shBTg7zNour8MSwV7GigsOibarCLTl7z_5Jy2hcQdg9v5D1zD2rmZfb74eiba6gOeLmpLXS4MH1XWdd17rTIl7AhBkGN4MKpUoajTpqHQ0F6nRnqPb_dQ0sUEDqsBEw10/s200/193.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5444504106620810018" /></a><br /><strong><em>Salar</em></strong><br /><br /><br /><br />Si la nieve es una forma de la luz<br />la sal también lo es.<br />Son doce mil kilómetros de luz <br />hendida por figuras romboidales<br />que repiten <br />el contorno sutil de la molécula. <br />Este dibujo divide todo el suelo<br />y con apenas una lámina de agua<br />refleja el infinito. <br />Es el Salar de Uyuni, en el sur de Bolivia <br />y solo se ve un hombre con su pala <br />cavar el piso blanco, refulgente, <br />como un chorro de luna derramada <br />quemándole los ojos. Los cayos de sus manos <br />se adaptan a ese mango de madera, imagino, el dolor <br />semeja a su herramienta <br />y es casi una extensión de él o de sus brazos <br />cubiertos por el frío. <br />Nosotras perseguimos el fin del panorama, <br />el punto en que se corta el blanco interminable, <br />y no aparece: todo es continuidad<br />como si el tiempo eterno tuviera geografía.<br />Nos internamos más <br />y más en el desierto,<br />ya sueltas de la malla que sujeta<br />los puntos cardinales, como estrellas fugaces<br />parece que caemos de los límites. <br />Después vendrán lagunas de colores<br />y no importa,<br />llamas, casas de piedra, <br />el azufre bullendo por los geisers <br />y la mancha que forman los flamencos,<br />rosada, sobre el agua. <br />En este instante, en el centro del salar <br />alzamos una copa que el chofer nos invita. <br />“Licor de coca y sidra” dice, y mezcla <br />azúcar con espuma y amargor. <br />Después de haber callado todo el día, nos dedica<br />al fin, unas palabras: “Brindemos por el viaje <br />porque dios <br />nos proteja de todos los peligros de la ruta”. <br />Pero no hay ruta, hay<br />una suerte de huellas en la luz <br />un camino inventado que podría ser otro,<br />llevarnos hasta un páramo<br />sin bordes<br />en medio de las piedras o la arena o los bloques<br />de cuarzo. Yo te veo girar sobre vos misma<br />observar con terror este continuo blanco <br />que nos aísla del mundo. <br />En este punto estamos, casi sin conocernos<br />¿quién diría? Como dos camicaces <br />que un día se encontraron <br />y ahora creen<br />saber adonde van.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-92039466859929930052010-02-24T12:50:00.000-08:002010-02-24T12:55:24.224-08:00Inédito del libro de los viajes<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQlQWZa3XUtftv5V8Xc9sjx1EP4gLQzukcEiQEpaX46M9c9_63UXgIRYtThP_kMNLEkUtfdKegzZjb5_Jk-kWJ698SjGMwDPTdhFDByZSSAmd97q9bND-zQouJbviA4vnD16E3EGY2ScQ/s1600-h/corrientes+019.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 134px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjQlQWZa3XUtftv5V8Xc9sjx1EP4gLQzukcEiQEpaX46M9c9_63UXgIRYtThP_kMNLEkUtfdKegzZjb5_Jk-kWJ698SjGMwDPTdhFDByZSSAmd97q9bND-zQouJbviA4vnD16E3EGY2ScQ/s200/corrientes+019.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5441916455446203170" /></a><br /><em><strong>Esteros del Iberá</strong></em><br /><br /><br />Flotan islas de hojas, <br />el bote se desliza en los canales <br />y su madera toca<br />las pieles escamadas de los yacarés. <br />Abajo está el peligro, arriba<br />las plácidas cigüeñas paradas en los palos<br />miran el cielo opaco<br />lo contemplan hasta perderse en él<br />y pasan los carpinchos y se paran <br />en sus lomos<br />las hermosas sultanas con su plumaje azul,<br />su collar colorado, vestidas para una fiesta.<br />Arriba está lo calmo, lo suave, lo perfecto<br />y el agua se desliza mansamente <br />por generosos caminos naturales, <br />pero de pronto el viento<br />podría empujar los grandes camalotes y vallar <br />con su soplo la salida. No pensamos en eso,<br />tampoco en las pirañas ni en las rayas<br />que nadan cerca nuestro,<br />a unos pocos centímetros. <br />No solemos pensar<br />en riesgos como estos. <br />Es tan bello el paisaje y sin embargo<br />el rozar de tu mano<br />captura mi atención, reduciéndola al punto<br />que mis ojos olvidan lo que ven<br />como si ahora<br />miraran hacia adentro y encontraran tus dedos, <br />tus anillos, tus vigorosas manos en mi espalda.<br />Abajo está el peligro<br />pero nadie lo nota. No es otra la estrategia <br />de los oportunistas, de estos viejos reptiles<br />que conocen el hambre de memoria<br />como el único mapa de la vida.<br />Uno asoma su rostro, la redondez<br />del ojo nos espía a un costado y él <br />abre su boca inmensa y al cerrarla<br />cruje como una rama una piraña<br />que muere entre sus dientes. <br />Arriba está lo bello y continúa inmutable<br />como si ni siquiera<br />la muerte lo afectara o lo impecable fuera<br />el modo en que la muerte<br />se incorpora a la vida, así, sin sobresaltos. <br />No puedo imaginar ciertos finales, <br />la manera en que las cosas se aniquilan<br />y pasan a formar parte del tiempo,<br />de todo ese pasado que nos trajo hasta acá. <br />El bote va internándose entre islas inmensas <br />el conductor se baja y hunde<br />sus botas en la alfombra flotante de hojas vivas,<br />rebosantes de verde a punto de estallar<br />y nos señala una perfecta flor rosada <br />y dice que es la flor de los amantes. <br />Tira la embarcación hacia delante<br />con un soga. Detrás de él el cielo se despeja<br />y es cruzado por pájaros naranjas<br />que aletean sobre nuestras cabezas. <br />Arriba sigue <br />su curso la belleza y abajo la cadena<br />de bocas impiadosas comiéndose una a otra<br />también se continúa.<br />Estamos en el medio, no elegimos <br />mirar pero olvidamos<br />la rueda que nos lleva, no sabemos adonde <br />la holgura del peligro y del amor <br />que nos hace tan frágiles.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-24831093080623520742010-02-18T07:11:00.000-08:002010-02-18T14:30:00.080-08:00Diario de duelo<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0rItfBPwv7UcMoVm6BCSIuZ4tkRvbQ-i_09k3K1WUWD8wmusUSc23jrmkrUGp1ytqNyFGaHNKxRBlnMzL2UqpzDLKnP4e1E4q-CpOzkvOBnQ0gOBk-JEEvPg_lYVL3YIzdRfpuwnLpsA/s1600-h/roland-barthes.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 164px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj0rItfBPwv7UcMoVm6BCSIuZ4tkRvbQ-i_09k3K1WUWD8wmusUSc23jrmkrUGp1ytqNyFGaHNKxRBlnMzL2UqpzDLKnP4e1E4q-CpOzkvOBnQ0gOBk-JEEvPg_lYVL3YIzdRfpuwnLpsA/s200/roland-barthes.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5439601495251291586" /></a><br /><br /><em>Durante los dos años posteriores a la muerte de su madre Roland Barthes escribió en pequeñas fichas, en tinta y lápiz, el "Diario de duelo". Presento aquí un breve extracto de este bellísimo y desgarrador texto. </em><br /><br /><br />Primera noche de bodas<br />Pero ¿primera noche de duelo?<br /><br />***<br /><br />- ¡No ha conocido usted el cuerpo de la mujer!<br />- He conocido el de mi madre enferma, luego moribunda.<br /><br /><br />***<br /><br />Idea – que causa estupor pero no desolación – que ella no ha sido “todo” para mí. Sino yo no habría escrito obra. Desde que la cuidé, desde hace seis meses, efectivamente, ella era todo para mí, y olvidé completamente que había escrito. Yo era perdidamente para ella. Antes, ella se hacía transparente para que yo pudiese escribir. <br /><br />***<br /><br />… que esta muerte no me destruya por completo, quiero decir que decididamente quiero vivir perdidamente, hasta la locura, y que por lo tanto el miedo de mi propia muerte está ahí, no se ha desplazado ni una pulgada. <br /><br />***<br /><br />Lunes 15hs- Vuelvo a entrar de regreso por primera vez a mi departamento ¿Cómo voy a poder vivir aquí yo solo? Y simultáneamente la evidencia de que no hay ningún lugar adonde cambiarse. <br /><br />***<br /><br />Por una parte ella me pido todo, todo, su absoluto (pero entonces no es ella sino yo el que le atribuye pedirme eso). Y por otra parte (siendo entonces verdaderamente ella misma) me recomienda la ligereza, la vida, como si me dijera “pero ve, sal, distráete…”.<br /><br />***<br /><br />Hacia las 18hs.: el departamento está caliente, mullido, iluminado, limpio. Lo hago así con energía, devoción (lo gozo con amargura): a partir de ahora y para siempre soy mi propia madre. <br /><br />***<br /><br />Soledad= no tener nadie a quien decir: regreso a tal hora o a quien poder hablar por teléfono para decir: ya regresé.<br /><br />***<br /><br />Ahora, por todas partes, en el café, en la calle, veo a cada individuo bajo la especie del que – debe – morir, ineluctablemente, es decir, muy exactamente del mortal – Y con no menor evidencia los veo como no sabiéndolo. <br /><br />***<br /><br />Ahora sí de donde puede venir la Depresión: al releer mi diario de este verano, estoy a la vez encantado (cautivado) y decepcionado, así que la escritura a su máximo es de todos modos irrisoria. La depresión vendrá cuando, desde el fondo de la aflicción, ni siquiera podré agarrarme a la escritura.<br /><br />***<br /><br />Mi sorpresa – y por así decir mi inquietud (mi malestar) viene de que, a decir verdad, esta no es una carencia (no puedo describir esto como una carencia, mi vida no está desorganizada), sino como una herida, algo que duele en el corazón del amor.<br /><br />***<br /><br />Me espanta absolutamente el carácter discontinuo del duelo. <br /><br />***<br /><br />¿A quien podría yo hacer esta pregunta (con esperanza de respuesta)? <br />¿Porqué vivir sin alguien a quien se amaba significa que se la amaba menos de lo que se creía?<br /><br />***<br /><br />Todo el mundo es muy amable – Y sin embargo me siento solo. (“Abandonnite”)1<br /><br />1 En inglés, abandoned significa también salvaje, lo que está fuera de control.<br /><br />***<br /><br />Desde hace varias noches, imágenes – pesadillas en las que veo a mamá enferma, golpeada. Terror.<br /><br />Sufro del miedo de lo que ya ha tenido lugar.<br /><br />Cf. Winnicot: miedo de un desplome que ya tuvo lugar.<br /><br />***<br /><br />La muerte de mamá: quizás esto que es lo único en mi vida que no he tomado neuróticamente. Mi duelo no ha sido histérico, apenas visible para los otros (tal vez porque la idea de teatralizarlo me habría sido insoportable); y sin duda, si hubiese sido más histérico, si hubiese ostentado mi depresión, despidiendo a todo el mundo, dejando de vivir socialmente, habría sido menos desgraciado. Y veo que la no – neurosis no es algo bueno, que no está bien.<br /><br />***<br /><br />Cuando mamá vivía (es decir toda mi vida pasada), estaba yo en la neurosis por miedo a perderla. <br />Ahora (ahí está lo que el duelo me enseña), este duelo es por así decir el único punto de mí que no es neurótico: como si mamá por un último don, se hubiese llevado lejos de mí la parte mala, la neurosis.<br /><br />***<br /><br />Por amor, FW está desvastado, sufre, queda postrado, forzado, ausente de todo, etc. No obstante no ha perdido a nadie, el ser que ama vive, etc. Y yo, junto a él, yo que lo escucho, tengo el aire sereno, atento, presente, como si algo infinitamente más grave no me hubiese sucedido. <br /><br />***<br /><br />A cada uno su ritmo de aflicción.<br /><br />***<br /><br />Hablar de mamá: ¿y qué, Argentina, el fascismo argentino, los encarcelamientos, las torturas públicas, etc.?<br />Eso la habría herido. Y la imagino con horror entre las mujeres y madres de los desaparecidos que se manifiestan por aquí y por allá. Como habría sufrido si me hubiera perdido.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com3tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-26695371078896522582010-02-13T05:35:00.000-08:002010-02-13T05:40:47.503-08:00Entrevista a Ana Prada<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyR_oo63PmCsP_7kwvtOD5sim_GgLdOmUxBHwutLF6aFmYEpDXQDs-dgfsuZYbqqzVqtp032OErM01KHOZPv-vBKJAUUeRM1CVXILgwV3HaQDUzNbLxJifyB9di75ooCKWVoE7tpdEvc4/s1600-h/anaprada.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 116px; height: 200px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgyR_oo63PmCsP_7kwvtOD5sim_GgLdOmUxBHwutLF6aFmYEpDXQDs-dgfsuZYbqqzVqtp032OErM01KHOZPv-vBKJAUUeRM1CVXILgwV3HaQDUzNbLxJifyB9di75ooCKWVoE7tpdEvc4/s200/anaprada.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5437721814830950770" /></a><br /><br />Viernes, 12 de febrero de 2010<br /><br /><em><strong>ENTREVISTA</strong></em><br /><br /><em>Por mi culpa</em><br />Por Paula Jiménez<br /><br />Cantautora uruguaya de voz melodiosa y presencia angelical —aunque, como dice en una canción, esa impresión es posible porque no la vieron montar—, Ana Prada se planta en su nuevo disco, Soy pecadora, con la firmeza de quien no tiene nada que disimular, ni siquiera el desgarro del amor.<br /><br /><br /><br /><em>En el arte de tapa de tu nuevo disco, Soy pecadora, se puede ver un comic donde un personaje ingresa a un “túnel del amor” y, a medida que va a accediendo a los placeres que ahí se le ofrecen, va perdiendo partes de su cuerpo hasta terminar convertida en un ángel sin piernas y sin brazos... ¿Qué buscás expresar con esto?</em><br /><br />—Es un ángel mutilado, que puede ser también mariposa. Es un cambio de estado, en realidad. Una metáfora del pecado basada en la canción “Soy pecadora”, que le da nombre al disco. El arte de tapa y el comic son obras de Rosalía Banet, una artista plástica española que trabaja mucho sobre género. Los dibujos parecen primero muy naïf, a dos dimensiones, y de golpe empezás a ver en detalle y notás que tienen una fuerza increíble. Todo lo que hace Rosalía tiene un contenido muy fuerte y desgarrador, sobre todo en lo relacionado con el sentir femenino.<br /><br /><em>¿Porque sos pecadora vas pagando placer con partes de tu cuerpo?</em><br /><br />—Siento absolutamente real ese desgarro que implica el pecado en sí: cómo se juzgan determinadas acciones y el costo que eso tiene a nivel psíquico, personal, familiar. Con decirte que mi madre vio los dibujos y me dijo: “¡Ay, m’hijita, cuánto sufriste!”. Y lloraba mi vieja. Yo le contesté: “Bueno, mamá, es la obra de una artista”. Pero en verdad es muy simbólico para mí. Yo sufrí mucho en mi adolescencia, en mi juventud y he pagado el pato de eso: te quedan secuelas a lo largo de toda la vida, secuelas que te hacen síntoma en un montón de cosas y que tienen que ver con asumir tu sexualidad, tu placer, tus amores. Estos dibujos me parecieron muy elocuentes a la hora de mostrar este desgarro. Y en un principio Rosalía me había mandado el dibujo de este personaje, pero sin rulos, y yo le pregunté si se animaba a hacérselos, así quedaba claro que se trata de mí.<br /><br /><em>Este es un disco más lanzado que el anterior, Soy sola, como si acá te animaras a revelar algo de tu historia y de tu propia rebeldía...</em><br /><br />—Es que en Soy sola fue como si hubiera estado pidiendo permiso. Trabajé mucho con Carlos Casacuberta; si no fuera por él y por Elvira Rovira —que era mi pareja en ese momento y que también es coautora de muchos temas de Soy pecadora—, ese proyecto no hubiera salido. En cambio, Soy pecadora me encuentra parada en otro lugar. Aquel trabajo fue investigar dentro de mí, mientras que este nuevo material tiene que ver con una etapa en la que soy más consciente de que estar en un escenario es lo que quiero hacer el resto de mi vida. Asumir ese camino, como cualquier otro camino, es un proceso de vida. Y a mí me costó bastante. Ahora puedo decir “esto soy yo, esto es lo que pasa”, y si me sale una canción como “Tu vestido”, que es una letra de amor de una mujer a otra, no me importa. En otro momento le hubiera cambiado el género, o no lo hubiera cantado.<br /><br /><em>Claro, en Soy sola manejás más un neutro a la hora de hablar del amor.</em><br /><br />—Es difícil hablar del amor con género en determinados momentos de la vida. Más cuando estás abriendo una puerta o te sentís pidiendo permiso para entrar en un universo machista como es la música. No es fácil salir así, con todas las cartas sobre la mesa. Además, el tema de hablar del amor como una entidad en sí misma es a algo a lo que te vas acostumbrando: a no hablar de tus sentimientos. En esto tuvo que ver la época que me tocó, los años que estuve tapando lo que vivía, sintiéndome por esto ciudadana de quinta categoría. Después a una se le hace hábito. Pero, por otra parte, pienso que está buenísimo poder hablar del amor desde un lugar más general, sin remitirlo necesariamente a una persona en concreto. La sexualidad no es la única carta que una tiene para mostrar: yo no soy sólo eso, soy otro montón de cosas. Aunque Soy pecadora, inevitablemente, va hacia ahí. Y me van a preguntar por qué soy pecadora. “¡Y qué sé yo!”, responderé. Es tan fácil quedar del lado del pecado. En esta sociedad mentirosa, que se maneja con una falsa moral, es muy fácil encontrarse del otro lado. Y yo me encuentro del otro lado, del lado del pecado, por suerte.<br /><br /><em>¿Por qué titular tus discos con una autodefinición?</em><br /><br />—Los dos discos son autorreferenciales, ya que tienen el “Soy” adelante. En Uruguay es un modismo muy popular entre la gente grande: “Yo soy sola, m’hijita”. Yo en realidad iba a algo que tiene que ver más con el ser. En español tenemos diferenciado el ser del estar, pero ser solos somos todos y éste es el baile que nos tocó bailar. Soy pecadora surgió como título del disco a partir de la canción y le dio un cauce también. Ese “Soy” viene un poco como a hacerle un guiño a ese otro “Soy” del primer disco.<br /><br /><em>En uno de los temas de tu disco decís: “Usted me llama señora / porque no me vio montar”.</em><br /><br />—Eso alude un poco a mis dotes gauchescas, ando muy bien a caballo criollo de campo. Una vez logré montar una yegua muy arisca y el dueño de la estancia, Don Arturo, me la regaló por haber podido montarla. Y en la canción me gustó la imagen para jugar un poco con la ironía de la connotación sexual. Me servía por los dos lados.<br /><br /><em>Pero, pese a ese cambio que señalás, vos seguís ubicando una cuestión pecaminosa con relación al juicio colectivo sobre la sexualidad...</em><br /><br />—En los países subdesarrollados en los que vivimos, sí. Sobre todo en los países católicos que tienen una Iglesia incidiendo tanto. Me parece que somos sociedades que estamos tan subdesarrolladas que lo importante sería, al menos, desarrollarse en una educación laica. En Uruguay, la Iglesia no tiene tanta influencia. Y yo te iba a decir: “Gracias a Dios”. Y volviendo al tema del pecado, si nos basamos en que quien dictamina qué es pecado o qué no lo es es una Iglesia irrespetuosa, totalmente amoral, soy pecadora.<br /><br /><em>¿Tu familia es religiosa?</em><br /><br />—Por parte de mi padre son ateos, del lado de mi abuela materna son católicos. Yo fui a un colegio católico en el primer año del liceo y, cuando me fui a inscribir en el tercero, me echaron por no haber querido tomar la comunión. No creo en la Iglesia Católica, pero algún tipo de fe tengo. Yo creo en algo así como en la retribución de la propia vida, en lo que una puede dar y lo que puede recibir. Soy de una generación para la cual estaba todo muy polarizado: Queen o Kiss, los yanquis o los rusos, Peñarol o Nacional. El mundo estaba partido en dos, no había grises. Estaban los buenos y los malos. Yo era buena. Y ahora todo eso en lo que alguna vez creímos tiene que cambiar.<br /><br /><em>¿Por qué decís que la pasaste tan mal en la adolescencia?</em><br /><br />—Y... fue muy difícil. Paysandú es un pueblo chico donde se sabe la vida y obra de todo el mundo. Y a su vez fue muy linda, porque tenía una cierta libertad de movimiento y una pertenencia, pero a cambio había que mantener en secreto algunas cosas. Y como no soy de andar ventilando mi vida, mucho no me molestó. Pero en determinado momento, más que el pueblo, lo complicado fue la época. Tengo 38 años y tenía 14 o 15 cuando empecé a enamorarme “incorrectamente”. A la vez tenía novio y, cuando comencé con cuestiones de definición sexual, no fue fácil. No era sencillo en una ciudad chica, hace tantos años. Yo creo que ahora estamos en otro momento, con un montón de prejuicios menos, con muchas cuestiones que están más sobre el tapete y eso es un alivio para los jóvenes de hoy, para que puedan expresarse y decidir. Finalmente, lo único importante es ser feliz.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-30832342773575720552010-01-26T03:55:00.001-08:002010-01-26T04:01:00.933-08:00made in Nono<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaVQDAFZ6HOu9YO0vP2tNGPWxmab3cogUR9LVKRhNbek97Zi8180qub_P3jg-U9YZ4xGVWAwRBgWZPhqYeNBbMYKNaXFnLUnf44f_1U199NPmRvDefxsIKmlDVaj64z6S0Dm-jcSv3UCg/s1600-h/nono+023.JPG"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 200px; height: 134px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjaVQDAFZ6HOu9YO0vP2tNGPWxmab3cogUR9LVKRhNbek97Zi8180qub_P3jg-U9YZ4xGVWAwRBgWZPhqYeNBbMYKNaXFnLUnf44f_1U199NPmRvDefxsIKmlDVaj64z6S0Dm-jcSv3UCg/s200/nono+023.JPG" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5431017303224985458" /></a><br /><br /><br />El Huaico<br /><br /><br /><br /><br /><br />Chillan cada mañana <br />entre las hojas verdes y difusas<br />con que se ablanda el aguaribay. <br />Enredadas en ellas nos hacemos<br />testigos del cortejo, <br />del revuelo que acaba con la danza<br />de esas cotorras volando hacia el vacío. <br />Mas tarde vuelven, o son <br />otras iguales, interminablemente repetidas<br />entre las ramas donde se escucha al viento<br />descender desde el serro en remolinos. <br />Miro los picos bañarse de una luz<br />perfecta, la misma que al caer al lado mío<br />ilumina el detalle. Miro el agua<br />por un canal finísimo<br />y escucho su correr, como arrastrando<br />la multitud de hojas que son gotas<br />separadas del hielo. Y veo el césped<br />y sobre él al hombre de sombrero <br />que trabaja con la cabeza gacha y que sonríe<br />cuando paso a su lado. Veo el camino ir<br />hacia la altura y volver en el suave desliz, <br />en la alargada promesa de la sombra <br />de, al fin,<br />desvanecerse. Los cuises<br />a los saltos por el pasto, el bramido<br />del toro que retumba<br />en la tierra, el zumbar de una abeja,<br />el colibrí incansable suspendido: nada está quieto<br />acá, ni la maleza, por cuyas hojas <br />pasan una tras otras las hormigas. <br />Si miro el suelo veo<br />la andanza del insecto, el micromundo<br />organizarse debajo de las moscas<br />que en círculos recortan el silencio <br />aparente de la tarde. Escucho el aire<br />mezclarse con el agua y ese canto no para,<br />no va hacia ningún lado, <br />siguiendo una corriente que no busca <br />más que afirmar su ser en la caída. Su forma de no ser,<br />su pasado de nieve, transformado en blandura,<br />en transparencia. Fuerza sutil, el agua <br />que tira hacia delante unas truchas pequeñas <br />llamadas arco iris. <br />Tan diminutas son que hasta parece<br />que nunca crecerán, <br />pero la inmensidad que en ellas también es<br />y las rodea <br />avanza a su favor. No retrocede<br />y se hace manso el tiempo al empujar,<br />ligero en su canción, como un soplido.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-77233441752998001742010-01-04T05:01:00.000-08:002010-01-04T05:18:40.737-08:00Ausencia<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3PK6_46ewe3yAhqZBSouh9X8d7dN_RxVR71c5gFAp3jHikTNJrm-tugwf0R9DZUBkH5z2TQzuMzaEBjTQlzmXoDVzOoBz17zJX6sQe6gDmxlMAFvhvo81LJBrhjtZSId7oV81xbVsuEE/s1600-h/volando+2.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 83px; height: 118px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj3PK6_46ewe3yAhqZBSouh9X8d7dN_RxVR71c5gFAp3jHikTNJrm-tugwf0R9DZUBkH5z2TQzuMzaEBjTQlzmXoDVzOoBz17zJX6sQe6gDmxlMAFvhvo81LJBrhjtZSId7oV81xbVsuEE/s400/volando+2.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5422873267395049266" /></a><br /><br /><br />Después de que la psicóloga pidió permiso a los padres de María Eugenia para ir al baño, pasó por la cocina y sirvió unas tacitas de te. Estaba allí cuando se sintió, de pronto, absorbida por una extraña fuerza que desde el centro de su cerebro la elevaba hacia arriba, como si alguien se la estuviera tomando con una pajita. Sin posibilidad de resistirse, sus pies despegados del piso damero buscaban oponerse a través de las puntitas de los dedos que, estirados, se empeñaban en regresar y devolver el cuerpo de la profesional al mundo de la gravedad. Las tazas que llevaba o que hubiera querido llevar al despacho, cayeron de sus manos y no hicieron ruido al tocar el piso porque eran de plástico. Qué barbaridad, pensó, hasta un objeto cualquiera tenía más posibilidades que ella de responder a los requisitos de la tierra. No podía entender lo que pasaba. Lógicamente, la psicóloga se sentía algo más que azorada porque nunca había sido absorbida. Toda su experiencia vital hasta el momento tenía que ver, más bien, con las caídas y el viaje que contra su voluntad estaba emprendiendo era insólito para su estructurado modo de pensar. A medida que ascendía, su cuerpo iba tomando velocidad y no paraba de ser atraído por una fuerza desconocida que tanto podía provenir de un agujero negro en el universo como de un sapo gigante que estuviera bebiendo un trago arriba de una nube, ya que a esa altura todo le parecía posible. Hasta entonces había sido “una mujer normal”, pero esta creencia sobre sí misma se desbarató en el instante en que su cuerpo, propulsado por una fuerza oculta, era elevado hacia el cenit y rompía el techo de la oficina a través del casquete de su cabeza como si fuera una topadora y sin sentir la más mínima neuralgia. A través del ascenso vio cómo todo quedaba no atrás, sino abajo, y pensó que no era eso lo peor, sino la incertidumbre sobre hacia donde se dirigía o, mejor dicho, hacia donde era dirigida. Porque entre las sensaciones más espeluznantes que puede atravesar una persona “controladora” como aquella psicóloga, la de ser llevada por manos anónimas a un puerto inimaginable era la que ganaba el primer puesto. Es cierto que no hace falta ser “controladora” o “rígida” para espantarse de algo así, ya que hasta un hippie de los años 60 puede verse sobrepasado por circunstancias como esas. De hecho, cuando ya se había elevado varios miles de kilómetros sobre el Jardín de la república – hasta el momento había vivido en Tucumán – vio pasar a su lado, a una velocidad significativamente mayor, un hippie que podría ser su padre, con barba larga, lentes redondos y un morral de lana flameando en el aire, que gritaba con desesperación: - ¡Déjenme volver, déjenme volver! Y aún en medio de su propio horror por lo que le tocaba vivir sin comerla ni beberla, la psicóloga se planteó si un hombre así, que tanto habría ambicionado una vida “más loca” y una nueva sociedad, no tendría que haber recibido mejor que ella la novedad del ascenso. Por otra parte pensó, mientras lo miraba subir, que por lo menos ahora sabía que no era la única y que quizás a ellos dos le seguirían otros más. También se preguntó si no sería la extrema delgadez del hippie la que lo hacía impulsarse hacia el cenit más velozmente que ella, o a qué se debería la diferencia. Lo que nunca, pero nunca, se le cruzó es que esa “maquinaria” que aparentemente la absorbía desde la parte superior de su cuerpo y la propulsaba hacia el infinito pudiera fallar, pero de golpe vio caer con una rapidez indescriptible un cuerpo que parecía ser el de una mujer más gorda y joven que ella y cambió de opinión ¿De qué se trataba? ¿habría sido el peso de la mujer lo que finalmente no pudo ser sostenido durante el recorrido total de la “absorción” por ser demasiado grande para esa “maquinaria”? pero una “maquinaria” así de potente y universal, con una fuerza de determinación casi divina, ¿se arredraría ante el peso de una mujer que por otra parte tampoco era exageradamente gorda? No, seguramente no era eso lo que había ocurrido. Lo peor a esta altura, pensó, no será “llegar” a dónde soy dirigida, sino que me dejen caer como a la otra y terminar estrolada contra el piso o infartada en el aire. Tenía razón, ya que “llegar” era, por lo menos, una posibilidad de seguir viva, posibilidad que se vería muy reducida si la fuerza de propulsión que ahora la sostenía se detuviera y la soltara de golpe en el vacío. Entonces, de pronto comprendió que “eso” que la chupaba desde su cabeza se había convertido ya no en su opositor sino en su aliado y que no se diferenciaba tanto de los años, o de cualquier otra cosa conocida que tampoco tuviese vuelta atrás. Sin embargo ese sentimiento no alcanzó para tranquilizarla. Ya tenía los oídos muy apunados cuando, de golpe, un fuerte estruendo se dejó oír y fue como si dos bombas hubieran explotado dentro de ellos para dejar lugar, inmediatamente, a un inesperado alivio. Entonces, como quien no quiere la cosa, empezó a dejarse oír una voz de hombre que venía desde lejos y le decía: Licenciada, licenciada, ¿se encuentra usted bien? Era el padre de María Eugenia. La licenciada abrió los ojos que estaban muy llorosos, como si le hubieran prendido un ventilador delante de la cara durante media hora y vio, primero nubladamente y después con nitidez, el blanco y el negro del piso damero de la cocina y un poco más atrás las patas de metal roídas que sostenían la vieja mesada, y sintió, de pronto, todo el frío de la baldosa sobre la que tenía apoyada su mejilla derecha. Casi a un metro, de una taza volcada se había derramado el té que aún estaba caliente y le empapaba el pantalón. La baba le caía, como una hilacha, de la comisura izquierda y atravesaba su mentón hasta marcarle el cuello. Ya estoy con usted, dijo la psicóloga todavía en el piso, perdone, por favor, es que soy hipotensa.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-86569934369313729972009-12-29T05:46:00.000-08:002009-12-29T06:02:46.731-08:00Regalito para terminar el año<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg78osz1jMDAaHZEeYSkcomGrjHCpH9WWstlIvkhm_IorN4Pf3YcEO6OCotPHsvMiGBxCnYPecmwhWv9Pmy0NBsqHI8nXwRGbV6Fhi1KD5A1pMoqxN9TIpzmkUFtfN0Z3JrjjBtHBxviYw/s1600-h/lala.jpg"><img style="float:right; margin:0 0 10px 10px;cursor:pointer; cursor:hand;width: 232px; height: 349px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg78osz1jMDAaHZEeYSkcomGrjHCpH9WWstlIvkhm_IorN4Pf3YcEO6OCotPHsvMiGBxCnYPecmwhWv9Pmy0NBsqHI8nXwRGbV6Fhi1KD5A1pMoqxN9TIpzmkUFtfN0Z3JrjjBtHBxviYw/s400/lala.jpg" border="0" alt=""id="BLOGGER_PHOTO_ID_5420658248037243762" /></a>
<br /><a title="Ir la página principal" href="http://www.pagina12.com.ar/diario/principal/index.html"></a>Suplemento <strong>Soy
<br /></strong>
<br />Sábado, 26 de diciembre de 2009
<br /><a title="Ir al suple soy del día Sábado, 26 de diciembre de 2009" href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/soy/index-2009-12-26.html"></a>
<br />Entrevista a Lala
<br />
<br /><em><strong></strong></em>
<br /><em><strong><span style="font-size:130%;">No habrá ninguna igual</span> </strong></em>
<br /><em><strong>
<br /></strong></em>
<br />
<br /><div align="center">Con ese nombre que parece una invitación al canto, y vestida a lo varón, Lala canta el tango como ninguna. La voz de las pioneras y la sutileza de las primeras cancionistas se reencarnan en esta feminista arrabalera que primero aprendió a llorar, después a cantar y luego a andar con sentimiento.
<br /></div><div align="left"><em></em> </div><div align="left"><em>Por Paula Jiménez</em></div><div align="left"><em>
<br /></div></em><em>¿Hay una contradicción para vos entre ser feminista y cantar esas letras de tango tan machistas a veces?
<br /></em>
<br />—Siempre canté tangos, porque me parecen muy teatrales, ésa es la posibilidad que te da este género. Me dediqué a la actuación y me gusta poder, en cuatro minutos, construir un personaje. Cada vez que canto un tango de estas mujeres estoy evocando una sensibilidad, una época, un ser: es un viaje. Entrar en otro espacio, eso hago. Me comparo con ese personaje, me conecto con esas mujeres y empiezo a leer sobre ellas, a enterarme de cosas que no sabía. Me siento más una actriz que canta que una cantante. Y, por otra parte, a mí lo que me interesa es rescatar una energía en especial dentro del tango.
<br />
<br /><em>¿Qué energía? ¿Por qué querer rescatarla dentro del tango?
<br /></em>
<br />—Porque yo la veo. Porque la encontré... Para mí lo más importante en el mundo es la alegría. Es como una flor, no importa si después desaparece. Hay una flor que me regaló Bárbara Belloc que en primavera sale un solo día y después desaparece, sin dejar restos... Yo lo relaciono con los monjes zen, con lo que se desmaterializa. Nacimos para ser delicados y hermosos... Y cuando canto un tango, lo canto desde ahí. Es difícil, ya sé, porque no es delicado el tango. Esa delicadeza la voy encontrando en las palabras, en el sentimiento y el desgarro del tango que cantaban esas mujeres... Yo al tango creo que lo uso. Veo en él ese gesto, esencial y genuino que se fue perdiendo, porque el tango de ahora no es como el de entonces...
<br />
<br /><em>En los ‘90 empezaste con tu espectáculo Se va la vida, que era un homenaje a las mujeres en el tango. ¿Cómo se originó en ese momento aquel proyecto?</em>
<br /><em></em>
<br />—Fue gracias a María Moreno, que me escuchó cantar en un bolichito de La Boca y me dijo que me parecía a Azucena Maizani. A partir de ahí yo empecé a investigar a las mujeres del tango de aquellos años. Para mí, antes, eran mujeres de vocecitas agudas y de pronto descubrí que detrás de eso había un movimiento impresionante. Yo cantaba tangos desde chiquita, escuchaba a Susy Leiva, a Susana Rinaldi, pero no tenía idea de las compositoras, como por ejemplo de María Luisa Carnelli, la autora de “Se va la vida”. Siempre fui hiperfeminista y cuando estudié arte dramático me preguntaba: ¿dónde están las autoras? Parecían ser todos hombres. Y me alegré mucho al descubrir ese mundo de comienzos del siglo XX, finales del XIX: las cantantes, las poetas, las de la “Ribera izquierda”, Collette, Gertrude Stein, mujeres de vanguardia. Aquello que sucedió en Europa se sintió también acá, sobre todo en el tango, donde prevalecían las cancionistas, la mayoría autoras: Azucena Maizani, Mercedes Simone, Ada Falcón, hasta Tita Merello compuso tangos. No eran mujeres de clase alta como las de la Ribera izquierda que se reunían en salones y editaban libros, y de alguna manera inventaron la modernidad. Pero, como ellas, las mujeres de acá también se adelantaron a su época. Con su actitud, con su manera de decir, de cantar. Fue importante ese momento inicial. Lo que me llama la atención es que el aquel público era más bien femenino y llenaba los teatros; las cantantes actuaban en vivo en las radios y había concursos de letras y música, era como una fiesta. Yo me acuerdo de que la época en que yo empecé, en el ’94, había un grupo de tango que se llamaba Glorias Porteñas, pero ellos no hablaban para nada de este tema. Todavía no se habla.
<br />
<br /><em>¿Por qué no se habla?</em>
<br />
<br />—La verdad, no sé por qué no se le da repercusión. Hay una suerte de moda con el tango, pero no se profundiza. Yo estudié en una escuela de música popular y no había ningún material de investigación. Tampoco actualmente hay una movida desde las cantantes mismas. En un momento yo había empezado a buscar y me encontré con un señor que hizo un trabajo en relación con las mujeres en el tango. Fui a un seminario que daba, muy interesante, y él decía: “Escuchen este tango. ¿No les hace acordar a este otro?”. Como que hubo robos, sugería él, como que a esas mujeres se les robó. Conocía muy bien el movimiento femenino en el tango, pero al final resultó ser muy machista. Cuando se enteró de mi proyecto, me preguntó: “¿Por qué querés hacer esto? Van a creer que sos tortillera”. Y yo le dije: “Ah”, y me callé, porque en verdad tenía interés en que me siguiera pasando material...
<br />
<br /><em>¿Qué habría pasado si le hubieras dicho “Sí, soy tortillera”?</em>
<br /><em></em>
<br />—Y... porque fui tonta: al final estuve como dos años sin ir a verlo. Yo venía de Suiza y de Francia, de hacer mi espectáculo en francés y quería volver a armarlo en español y ampliado, con más información, y di con él. Le mostré todo mi trabajo y lo único que hizo fue querer besarme. El me quiso descalificar con eso de “van a decir que sos tortillera”; además: como si eso fuera lo más importante. Como la misma Safo, que parece más relevante que haya sido lesbiana que poeta y fue una poeta impresionante.
<br />
<br /><em>Está bien, pero en el tango, como en la mayoría de los géneros musicales, no parecemos existir, no nos reflejan las letras, no hay ningún tango dedicado de una mujer a otra... ¿o sí?
<br /></em>
<br />—A mí, una vez, Graciela Paz me escribió la letra de “Se dice de mí”, pero como adaptada a una lesbiana, era muy gracioso. Pero yo nunca lo hice porque no incursioné, ni hablé de ser lesbiana, lo que hice tiene que ver con el género. Y ahora ya no sé si quiero seguir con este homenaje a las mujeres tampoco. Tengo más ganas de hacer lo que siento, que en este momento es cantar tangos vestida de varón. Soy una mujer, sí, pero a veces creo que soy un hombre. Siento que ya no existe esa cosa tan marcada que diferencia hombres y mujeres. A mí me conmueve eso de que haya hombres que se vistan de mujeres, pero tengan una familia, una esposa, como hizo Gertrude Stein también, que vivió como un hombre y era una mujer. Ponerte en un lugar distinto, no estar tan fija en un rol, encarcelada, poder ser más libre. Canto tangos pero me gustan los poemas de Lao Tsé, los haikus, ja ja. Yo voy cayendo en el tango, pero el tango sigue siendo machista.
<br />
<br /><em>En tu espectáculo proyectás una foto de Azucena Maizani vestida de hombre...</em>
<br /><em>
<br /></em>—Azucena fue la primera en aparecer vestida de hombre. Y fue una cuestión accidental, contaba Aída Luz. Un día que iba a salir a cantar, en un teatro, con una orquesta, cuando fue a vestirse para salir a escena se encontró con que había desaparecido su vestido. La explicación es que se había peleado con un músico y este hombre no sólo no tocó sino que se llevó el vestido. Así que no sé cómo se le ocurrió en ese momento, se puso un saco y un sombrero que le quedaban grandes, por supuesto, y se presentó así. Porque después ella lo adoptó: salía vestida de gaucho, por eso Libertad Lamarque le decía la Ñata Gaucha. También se mostró, después de ella, Mercedes Simone vestida de varón. Incluso me enteré hace poco de que hubo travestis en los años ’30 que estaban en el ambiente del tango. Fue el apogeo de un tipo de sensibilidad... Después esto no volvió a pasar, el tango se fue haciendo como más duro. En aquel entonces la gente se divertía y eso dio lugar para que apareciera lo diverso, lo múltiple.
<br />
<br /></em><em>Gardel es de aquella época...</em>
<br />
<br />—Sí, él era amigo de Azucena Maizani, de Ada Falcón, y además decían que era gay... Por eso yo tengo ganas de cantar vestida de varón, pero pensando en él, porque hay un tanguito que él canta y lo hace como una mujer. Para mí la mujer cuando canta tiene una cosa de mayor exposición de la emoción, como la que él tenía. El hombre, lo masculino, en cambio, tiene algo más simple... aunque creo que hoy prevalece más lo andrógino, por suerte una va y viene. Yo imagino que hay una flor que no vemos y que es de todos, de todos los seres vivos por igual... Y que hay un mundo, el mundo de la dualidad, el de la guerra, el del enfrentamiento entre los sexos, que tiene que ver con el poder y que es el que parece que estamos obligados a mirar como si fuera el único.
<br />
<br /><em>¿Cómo empezaste a cantar?</em>
<br /><em></em>
<br />—Descubrí que podía cantar cuando era muy chiquita. Un día me puse a llorar y descubrí la voz, mi voz. Entonces, todos los días iba al zaguán a la misma hora y mi abuela me decía: “¿Dónde vas nena, tan apurada?”. “Voy a llorar”, contestaba yo, porque creía que cantar era llorar. Y es desde ese lugar desde donde yo canto. Como aquel famoso tango de Mercedes Simone que dice: “Cantando yo le di mi corazón, mi amor / y desde que se fue yo canto mi dolor”. Como que el canto y el dolor están siempre a la par. Y yo me identifico con sus palabras.
<br />
<br /><em>LALA ACTUA UN MARTES POR MES EN LA MILONGA TANGO QUEER Y HACE UN SHOW MENSUAL EN EL RESTAURANTE FRIDA KAHLO.
<br /></em>
<br />Link a la nota:<a title="" href="http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/soy/1-1142-2009-12-26.html">http://www.pagina12.com.ar/imprimir/diario/suplementos/soy/1-1142-2009-12-26.html</a>
<br /></em>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-82979625613486464432009-12-11T10:47:00.000-08:002009-12-11T11:25:15.111-08:00Idea & Olga<a onblur="try {parent.deselectBloggerImageGracefully();} catch(e) {}" href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgVi0f2w4KpBuHf8dLHCmv1peo3_yfkWryaoktonpjILUQNOrhXKgT4HC9CP-c0HJaVhkHaPQv280p9j1zCTJ8J5m5pkSd2x2A9FoYkfZA9FlTVq0hhH72qUbsHPkOOVHyW3duUWiKYXo/s1600-h/ideaor.jpg"><img style="display:block; margin:0px auto 10px; text-align:center;cursor:pointer; cursor:hand;width: 82px; height: 400px;" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjgVi0f2w4KpBuHf8dLHCmv1peo3_yfkWryaoktonpjILUQNOrhXKgT4HC9CP-c0HJaVhkHaPQv280p9j1zCTJ8J5m5pkSd2x2A9FoYkfZA9FlTVq0hhH72qUbsHPkOOVHyW3duUWiKYXo/s400/ideaor.jpg" border="0" alt="" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5414061474423436466" /></a><br /><div class="columna470"> <div class="logosuple top12"><a title="" href="http://www.pagina12.com.ar/diario/suplementos/las12/index-2009-11-20.html"><img alt="las12" src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/logo-las12_ch.gif" /></a> <p class="volanta piefecha">Viernes, 20 de noviembre de 2009</p></div> <div class="nota"> <p class="volantasuple">RESCATE</p> <h2><span class="clas12">Dos mujeres del veinte</span></h2> <p class="intro">Dos obras de teatro del mismo director, Silvio Lang, rinden tributo a dos poetas esenciales de la poesía sudamericana del siglo XX. Yo, Olga Orozco y Nada de Dios proponen un recorte en la poética y en la biografía de la argentina Olga Orozco y la uruguaya Idea Vilariño. Buena oportunidad para volver a escucharlas y también buena excusa para leer entre líneas lo que<br />sus voces siguen diciendo.</p> <div class="botones"> <div class="icono"><br /></div></div><a name="formu_mail"></a> <div style="DISPLAY: none" id="xmail"> <form id="form_mail" onsubmit="return check_enviar_nota()" method="post" name="formu" action="http://www.pagina12.com.ar/usuarios/enviar.php"> <div class="cerrar">[<a onclick="mail(1)" href="javascript:;">cerrar</a>]</div> <h4>Comparta esta nota con un amigo</h4> <table> <tbody> <tr> <td>E-Mail de su amigo</td> <td><input type="text" name="amigoemail" autocomplete="OFF"></td></tr> <tr> <td>Su nombre</td> <td><input type="text" name="nombre"></td></tr> <tr> <td>Su E-Mail</td> <td><input type="text" name="tuemail" autocomplete="OFF"></td></tr> <tr> <td> </td> <td><input value="/diario/suplementos/las12/13-5323-2009-11-20.html" type="hidden" name="url"><input value="Enviar" type="submit" name="enviar"></td></tr></tbody></table></form></div> <p class="autor"><img alt="" src="http://www.pagina12.com.ar/commons/imgs/go-gris.gif" /> Por Paula Jiménez</p> <div style="FONT-SIZE: 13px" id="cuerpo"> <h4 class="fglas12">VOLVER AL FUTURO</h4> <p>Las dos obras de teatro no parecen del mismo director y esto es, ante todo, un mérito: Lang eligió como punto de partida la figura de dos poetas, Olga Orozco e Idea Vilariño: dos poéticas muy distintas, dos mujeres muy distintas. El hecho de hacerlas coincidir en la cartelera porteña pareciera hacer eco de la coincidencia que las unió en el año ‘20 (el de su nacimiento) y en el sur del continente. ¿Por eso las eligió Lang? No sabemos. Lo que sí sabemos es que tanto Nada de Dios, como Yo, Olga Orozco, homenajean a dos poetas fundamentales del siglo XX. Y mientras que en Nada de Dios las composiciones austeras de Vilariño, son interpretadas con delicadeza por los actores, en Yo... el grandilocuente edificio de los versos de Orozco es soportado por una puesta de características ampulosas también. Las actuaciones y los recursos escénicos de Yo... tienden a crear una atmósfera de oscuridad, acorde con la indagación metafísica. Las obras en cartel demuestran una vez más que las dos poetas fueron leídas desde su piedra angular: para una la intimidad, para la otra inmensidad. Como dos caras de una misma moneda.</p> <h4 class="fglas12">EL RARO AZAR Y ESE PAJARO DE LUZ</h4> <p>“En nuestras vidas el azar es permanente y el destino se nos abre en forma de abanico porque vale tanto lo que uno hizo como lo que dejó de hacer”, dijo una vez Olga Orozco. Y es quizás ésta una declaración de principios por la cual las responsabilidades sobre lo vivido y lo omitido son, en definitiva, una sola. Lo oculto acecha y la palabra o el acto son nuestra posibilidad de contrarrestarlo. Será por eso que la proyección de una voz como la suya ocupa tanto espacio. Su intención, la intención de los cantares de Orozco ha sido, sin dudas, llegar lo más lejos posible. Según esta autora, poesía y plegaria se parecen: ambas están al servicio de lo extraordinario y conducen a la elevación espiritual, no a su hundimiento.</p> <p>Orozco, influenciada por el surrealismo, desplegó en su poesía imágenes oníricas que parecen venidas de otro plano. Y con sus versos buscó expresar sus intereses místicos o, más bien, su concepción transpersonal de la existencia; su poesía no abrevó de la experiencia directa sino de una instancia intermedia entre lo humano y lo divino. “Los Poemas a Berenice”, por ejemplo, dedicados a su gata muerta, fueron terreno fértil para plasmar una filosofía del más allá: “Pero también los dioses mueren para ser inmortales/ y volver a encender, en un día cualquiera, el polvo y los escombros”.</p> <p>“Buscamos/ cada noche/ (...) entre tierras pesadas y asfixiantes/ ese liviano pájaro de luz/ que arde y se nos escapa/ en un gemido”, decía Idea Vilariño en “Buscamos”, para referirse al orgasmo. Y cabe mencionar que ni siquiera hoy es corriente que la poesía escrita por mujeres dé cuenta, con tal franqueza lírica, de vivencias tan íntimas y menos que estas vivencias lleguen a expresarse sin culpas ni regodeos. En “Seis” –por si nos queda alguna duda– dice: “Entonces/ todo se vino/ y cuando vino/ y/ me quedé inmóvil/ tú te quedaste inmóvil/ lo dejaste saltar/ quejándote seis veces./ Seis./ Y no sabés qué hermoso”. Los versos cortos, la agitación, no son sólo un procedimiento literario sino que reproducen una respiración que mucho tiene de sexual. Y lo que ella llamó escribir para sí misma es, quizás, haber preservado a su poesía de una mirada ajena que profanara su espacio sagrado. Y lo sagrado no existía para Vilariño más que en la palabra, porque de Dios ni hablar. En el documental Idea (1997), dirigido por M. Jacobs, declara: “Dios es un problema que no existe”. Y en la entrevista realizada por Poniatowska, esta última, afectada por la actitud de Vilariño, reflexiona: “Difícil entrevistar a Idea: no cree en las preguntas, no cree en las respuestas, no cree en nada. Hago las preguntas de cajón a las que responde sin entusiasmo, por cortesía y porque finalmente todos nos vamos a morir y eso tampoco importa”.</p> <h4 class="fglas12">TODOS LOS JUEGOS, EL JUEGO</h4> <p>La polifacética Orozco se desempeñó como actriz de teatro y en los ’60 también como redactora de la revista Claudia; entre 1968 y 1974 confeccionó el horóscopo de Clarín. Esta actividad nos pone en la pista de otra pasión que marcó su obra: el ocultismo. Y al estudio de sus misteriosas artes se deben algunas de sus más maravillosas composiciones. En una entrevista, la poeta confesó haberse alejado de estos “juegos bastardos” –se refiere a la quiromancia y la cartomancia– y quedado tan solo con el de los versos. Pero estos juegos ya estaban arraigados en ella desde los 14 años, cuando se convirtió en discípula de una maestra que la imbuyó del mundo de lo oculto y le enseñó a leer los arcanos.</p> <p>Para la circunspecta Vilariño, publicar sus poemas no fue una decisión fácil de tomar. El hecho de considerar a la escritura una actividad íntima y ajena a la escena pública, la enfrentó a una contradicción respecto del destino que se le iba presentando. En una de las pocas entrevistas que concedió, le confesó a Elena Poniatowska haber escrito versos sólo para sí misma. Vilariño, además, rechazó varios premios, entre ellos la tan codiciada beca Guggenheim y su indiferencia hacia la crítica literaria y a cualquier legitimación externa la mostró como una poeta atípica, al margen de la banalidad que en muchos casos preocupa a los artistas. “Así como me importa el juicio moral sobre mi conducta –política, gremial, etc.– nunca me importó lo que se dijera sobre lo que escribo. Nunca me sirvió de nada. Recuerdo haber atendido una observación de Onetti, otra de Claps, una de mi hermana. Eso es todo.”</p> <h4 class="fglas12">VIDAS Y OBRAS</h4> <p>Idea Vilariño nació en Montevideo. Perteneció al grupo Generación del ‘45, del que formaron parte Juan Carlos Onetti, Mario Benedetti, Amelia Berenguer y Gladys Castelvechi. La autora de los célebres versos de “Ya no”, dedicados a Onetti (Ya no estás en un día futuro/ no sabré dónde vives, con quién/ ni si te acuerdas.// No me abrazarás nunca como esa noche, nunca. / No volveré a tocarte. /No te veré morir”) y de otros grandes poemas de deseo y decepción, quedó situada, para el público mayoritario, del lado de la poesía amorosa. Pero Idea fue algo más. Para A. I. Larre Borges, amiga íntima: “lo político se introdujo sin grandes conmociones en su obra. En parte porque la atención a las injusticias estuvo presente desde el inicio, en parte porque los temas que el momento urgente hace ingresar a su poesía no alteran su sistema estético. Tampoco suponen el abandono de otras líneas temáticas, o la entrada a una poesía por etapas”. Vilariño recuerda de sus años de mayor compromiso político aquella imperiosa necesidad que la compelía a escribir: “En un país que vegetaba, o se pudría opacamente, y en un medio literario que seguía el mismo camino teníamos una tarea cultural convencional y alineada, pero necesaria y creadora, entre las manos”.</p> <p>Olga nació en Toay, La Pampa y, ya mudada a Buenos Aires, se recibió de maestra. Muy joven ingresó al grupo Tercera Vanguardia al que pertenecía también Girondo, marido de Norah Lange con quien la poeta forjó una fuerte amistad y a quien describió como a una “excelente prosista, injustamente ignorada” (esto recuerda a las palabras de Eleonora Carrington sobre el papel asignado a la mujer en el surrealismo: “son las que les sirven el café a los surrealistas”, dijo la pintora).</p> <p>Ganó, entre otros, el Premio de Literatura Latinoamericana y del Caribe Juan Rulfo y publicó en vida más de una docena de títulos. Desde lejos, Las muertes, Los juegos peligrosos y La oscuridad es otro sol fueron editados por Gonzalo Losada tras una enfática recomendación de R. Alberti que la incluía a ella y a E. Molina. Contó en una entrevista la poeta: “Losada era un amante de la poesía, se interesaba poco en que la editorial fuera un comercio. Cada libro que a él le interesaba se convertía en una flor para su ojal”. Recientemente Ediciones en Danza, otra editorial que, como la Losada de entonces, se preocupa mucho más por el arte poético que por las ventas, acaba de editar una antología de poemas de Orozco titulada El jardín imposible.</p></div></div></div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-58461449061009501152009-11-07T04:56:00.001-08:002009-11-07T05:07:51.125-08:00Presentación "Espacios Naturales"<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwZddTjkXS7R96_k4xKAXaKXmUAodhZIOFNDwhOQ-iV6LKZy1cAViJa-Nccr3OrW607bfrc7toedUS3AJprNbzmuvz454mWRMOgffxMBJOIJbNKCaT3yUepnXUYEMOlIeJGUqKKcMC7Wg/s1600-h/espacios+naturales.jpg"><img style="TEXT-ALIGN: center; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 400px; DISPLAY: block; HEIGHT: 262px; CURSOR: hand" id="BLOGGER_PHOTO_ID_5401347370755429634" border="0" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwZddTjkXS7R96_k4xKAXaKXmUAodhZIOFNDwhOQ-iV6LKZy1cAViJa-Nccr3OrW607bfrc7toedUS3AJprNbzmuvz454mWRMOgffxMBJOIJbNKCaT3yUepnXUYEMOlIeJGUqKKcMC7Wg/s400/espacios+naturales.jpg" /></a><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;">Bajo la luna / editorial invita a la presentación </span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;">de <em>Espacios naturales,</em> </span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;">de Paula Jiménez<br /></span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;">a cargo de Teresa Arijón y Osvaldo Bossi </span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;font-size:130%;">música: Lala y Pina González<br /><br /><strong>Jueves 12 de noviembre a las 19hs.</strong><br /><strong></strong><br />Centro Cultural Ricardo Rojas<br />Av. Corrientes 2038</span></div><br /><div align="center"><span style="font-family:georgia;"></span></div><br /><div align="center"></div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-83367000802868129612009-10-13T10:03:00.000-07:002009-10-13T10:11:26.932-07:00Lucas<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguc8bUgL6GvH5PmDwlSsgVtT6EoVNqzO1G7p6ZRqKipz9tZUQFsfj7KW3VqZPi32bSjzbOeLIpT39p-dlcRJlf8BaXE_o3GjpQPjGXQlFFfAa3cxw0xVUYHaCqkgrrprl6Xc_U9mNH0WY/s1600-h/et2.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5392132529246805538" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 135px; CURSOR: hand; HEIGHT: 100px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguc8bUgL6GvH5PmDwlSsgVtT6EoVNqzO1G7p6ZRqKipz9tZUQFsfj7KW3VqZPi32bSjzbOeLIpT39p-dlcRJlf8BaXE_o3GjpQPjGXQlFFfAa3cxw0xVUYHaCqkgrrprl6Xc_U9mNH0WY/s320/et2.jpg" border="0" /></a><br /><div align="left"><br />I<br /><br />¿y hasta dónde es profundo el mar?<br />tanto como mirar una pupila<br />no se sabe a dónde llega ese agujero<br />al que van a parar las cosas que se miran<br />y se guardan en un cajón de arena<br />con torres y soldados escoltando<br />la fortuna, la nobleza de un castillo<br />que el agua no se lleva<br /><br /><br />II<br /><br />profundo hasta donde imagino que no hay nada,<br />donde no puedo imaginar veo negrura<br />y movimiento viniendo de la orilla,<br />soy yo con mi traje de buzo, mis tanques de aire,<br />y vos estás ahí mientras yo nado, mentira,<br />no estás pero sabés que estoy moviendo<br />los brazos, las aletas del pez que quiero ser,<br />el tuyo en tu pecera, acuario que mirás<br />todos los días sentado en una silla<br /><br /><br />III<br /><br />voy a gritar cuanto sea necesario voy a pararme<br />en tu mesa de luz sobre tus libros voy a bailar<br />pisando tus papeles y a estirar mis brazos<br />como si estuviera en el mar pero hacia arriba<br />señalando la lámpara el ventilador de techo<br />la terraza el campanario de la iglesia las palomas<br />y más arriba, más, donde nos miran<br />los muertos convertidos en estrellas<br /><br /><br />IV<br /><br />a veces cuento estrellas de memoria<br />armo un mapa que cambia porque siempre<br />aparece alguna que no vi,<br />el cielo se olvidó de darle luz<br />o es chica todavía y va a crecer<br />plana y redonda para alumbrar de noche<br />todo el mar<br /><br /><br />V<br /><br />yo quiero ir al mar y al espacio sideral<br />donde es de noche siempre<br />y el traje se infla y se desinfla<br />la cabeza escondida en su burbuja<br />mientras salto sobre un colchón de aire,<br />en plena elevación un astronauta<br />le da la mano a otro con blandura,<br />sin esta pesadez de unos ladrillos<br />tan firmes que podrían derrumbarse<br /><br /><br />VI<br /><br />sueño con naves livianas como nubes<br />el fuego parte el aire igual a un rayo<br />multiplicado en un millón de chispas,<br />los colores refulgen esta noche<br />y las personas nos miran desde abajo,<br />nuestro cohete desaparece en el espacio<br />y se disipa entre todas las estrellas<br /><br /><br />VII<br /><br />bajo el agua no soy gordo ni flaco<br />no tengo altura ni caigo sobre el fondo<br />lo mismo pasa adentro de la nave,<br />yo levito<br />me pongo mi escafandra mi antiparra<br />y nadie se da cuenta que te miro<br /><br /><br />VIII<br /><br />arriba es todo igual pero me gusta,<br />si tengo sueño apago el velador<br />entra la luna en la cabina oscura<br />y clarea los contornos del volante<br />los botones del tablero las pantallas,<br />afuera los planetas siguen de largo<br />y se ven por la ventana<br /><br /><br />IX<br /><br />toda la tierra es chica a comparar<br />con esta noche larga del espacio,<br />olas gigantes entran por los ojos<br />y el empujón voltea<br />en la parte profunda o en la orilla<br />si toco el suelo, el suelo<br />es siempre arena<br /><br /><br />X<br /><br />infinita es la arena, no se gasta<br />aunque la usemos para hacer castillos<br />o el tiempo la convierta en piedra,<br />pedacito de estrella que se apaga<br />y mil años después cae a la tierra<br /><br /><br />XI<br /><br />los faroles dan luz y el parabrisas curvo<br />nos permite una visión más amplia<br />si una orca se acerca la miramos<br />por el retrovisor del submarino<br />si un pez espada quiere abrir la puerta<br />la trabamos con candados especiales<br />si me canso de estar adentro salgo<br />a nadar como uno más pero no alcanza,<br />aunque sean mis amigos ellos tienen<br />un par de aletas y yo, patas de rana<br /><br /><br />XII<br /><br />desde mi asiento escucho el ruido<br />de la lluvia celeste repicando<br />no quiero que se abolle ni se borre<br />la pintada que dice Apolo trece<br />por lo demás no tengo miedo<br />si hay vida hay marcianos<br />voy a darle la mano a uno<br />y retratarnos delante del cohete<br />para que vos escribas en el álbum<br /><em>Lucas en Marte con su amigo verde</em>. </div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"></div><div align="left"><em></em></div>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-87871142930392344482009-09-27T14:09:00.000-07:002009-09-27T14:25:52.247-07:00un poema en la Isla Jordán<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNQ0ydQLJRyX2D90wNCo5rC6zt0cIAvVHEH33nlEH9dPooV6xjA2LkY7BP6M_emFuQhpPO_Iin0YC41lP2lc-I-vMjzO8LgPiqbw8uqg9ZU8V1OuCj54Qk1hOZjBHICSx5T0D701PY2ic/s1600-h/100_0599.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5386258961171903410" style="DISPLAY: block; MARGIN: 0px auto 10px; WIDTH: 180px; CURSOR: hand; HEIGHT: 320px; TEXT-ALIGN: center" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNQ0ydQLJRyX2D90wNCo5rC6zt0cIAvVHEH33nlEH9dPooV6xjA2LkY7BP6M_emFuQhpPO_Iin0YC41lP2lc-I-vMjzO8LgPiqbw8uqg9ZU8V1OuCj54Qk1hOZjBHICSx5T0D701PY2ic/s320/100_0599.jpg" border="0" /></a><br /><p></p><p>Álamos plateados en el borde del río y cisnes negros llevados por el agua </p><p>de espaldas, arrastrados por el suave ondular de la corriente. </p><p>La ancha orilla es un mar de piedras blancas pisada solamente por los perros </p><p>que ladran al revuelo imprevisto de un pájaro. No hay nada más acá. Yo miro </p><p>y otra vez vuelvo a pensar en vos, como si hubieras vuelto en el paisaje </p><p>o como si el paisaje te trajera hasta mí, como un alivio</p><p>igual que trae los álamos.</p>paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5594612280608527812.post-49883271293903312952009-09-15T03:55:00.000-07:002009-09-15T04:04:34.665-07:00otro adelanto de Espacios naturales (libro de muy, muy próxima publicación)<strong><em></em></strong><br /><strong><em><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXE2yFdpZ71cngmDuMIzloV2pHO2wX0jFrqxaZ2aCempxF55neD1WP9GMMQh1SCJUXyriScSbCYPRlJkv5UFGjdNQuZIYCp2a9Tbmw2gOTtcCzzHewCui560TZpNVjhBOYsVNJ3EJ4EW8/s1600-h/viento.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5381647831628638258" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 125px; CURSOR: hand; HEIGHT: 94px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjXE2yFdpZ71cngmDuMIzloV2pHO2wX0jFrqxaZ2aCempxF55neD1WP9GMMQh1SCJUXyriScSbCYPRlJkv5UFGjdNQuZIYCp2a9Tbmw2gOTtcCzzHewCui560TZpNVjhBOYsVNJ3EJ4EW8/s320/viento.jpg" border="0" /></a></em></strong><br /><strong><em></em></strong><br /><em><strong><span style="font-size:130%;">Hacia el viento</span></strong></em><br /><br /><br />Aire irrepetible que llama al movimiento,<br />como pisar dos veces las arenas de un río.<br />Algo pende de la rama aquella, algo<br />idéntico al recuerdo <a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6QGDSSh77cnIYIBOrXTc9fLTTM68j_-HnoM2j6OlwJw5Jlc7fF6mdAZEUAMHEFC37ANvaXdMkS7gPMjOYamAEsKxCgrWUqYh47mW_KLcluAJPxMGyy6Vrqf_p6FTU7g376vWvL5Vcmvc/s1600-h/CA2FSRS1.jpg"><img id="BLOGGER_PHOTO_ID_5381647042004496962" style="FLOAT: right; MARGIN: 0px 0px 10px 10px; WIDTH: 3px; CURSOR: hand; HEIGHT: 1px" alt="" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi6QGDSSh77cnIYIBOrXTc9fLTTM68j_-HnoM2j6OlwJw5Jlc7fF6mdAZEUAMHEFC37ANvaXdMkS7gPMjOYamAEsKxCgrWUqYh47mW_KLcluAJPxMGyy6Vrqf_p6FTU7g376vWvL5Vcmvc/s320/CA2FSRS1.jpg" border="0" /></a><br />que barre la lluvia nuevamente.<br />En remolinos las hojas, la pinocha<br />las ramas que una acción desconocida ha vuelto trizas.<br />¿No existen responsables en el bosque?<br />quizá nosotras<br />por regresar a la frescura de los pinos, haber estado<br />en la humedad de la tierra,<br />volver, ¿quién sabe? Se oyen los pájaros,<br />se cuela como siempre entre los nidos<br />el mar sonoro.<br />Cerca, atravesando las casillas<br />la ruta gris nos arde en los pies, los pasos<br />que no haremos dos veces.<br /><br />Con el atardecer, en bicicleta<br />por la ladera que rechaza la ascensión,<br />la gravedad repele nuestro esfuerzo<br />modesto de trepar<br />al llano oscuro. Veremos otra vez morir el día,<br />disolverse las horas, transformada<br />una cosa en su aparente opuesto.<br />Pero de este enfrentamiento nace el mundo<br />que multiplica y divide su camino.<br />Como los dos sentidos de la ruta,<br />así también nosotras<br />estamos avanzando hacia la noche,<br />extrañas que parecen<br />confiar más en la luna que en sí mismas.<br />Y cuando todo baja,<br />estrellas en las manos que resisten al sueño<br />buscando comprobar la realidad.<br /><br />Andar a tientas,<br />pisando las raíces que se elevan<br />y se vuelven tramperas sobre el monte,<br />el ramerío seco<br />guardando en el arrullo de su empuje<br />el canto de las aves, el eco vibrante<br />de los grillos. En este bosque<br />la maldición separa a las personas<br />como un abrir de pétalos.<br />Un pimpollo abandona<br />su gesto ensimismado, el excesivo<br />cuidado de la luz y del oxígeno. El centro<br />estalla donde el bosque estalla<br />y es el amor humano<br />el resplandor<br />que los ojos refractan y convierten<br />en su punto de mayor oscuridad.<br /><br />En la fuga del camino el sol nos ciega,<br />la tarde es plena, indeclinable<br />un recorrido<br />infinito nos atrapa, cierto oasis<br />de futuro continuo. Sucede así en la ruta,<br />porque al mirar hacia delante nada<br />parece tener fin,<br />si acaso fuese el mar que va y que viene<br />todo sería distinto.<br />La caída del sol sobre la playa<br />alarga las sombras de las cosas<br />que permanecen en el mismo sitio.<br />En cambio en el camino<br />nadie en el mundo,<br />ni vos ni yo, ni las casas están quietas<br />y en conjunto avanzamos<br />hacia el fondo variable.<br />Pero de pronto algo<br />cae compacto, parejo, sin errores,<br />no queda un resto fuera de este frío.<br /><br />¿A dónde estás? Parece<br />que se pierde mi voz entre los árboles,<br />más gritan los pichones metidos en sus casas<br />o el mar que siempre vuelve. No,<br />el mar suena en la gente<br />como un clamor constante, en cambio<br />en esta voz que te pregunta<br />se escucha intermitencia, altisonancia,<br />la variación más débil. Las palabras ignoran<br />el curso inapelable, progresivo,<br />que si la lluvia cae, aún si gira<br />un huracán dentro del bosque,<br />su fuerza individual, devastadora<br />es condición también de una rutina<br />furtiva entre las rocas.<br />No es más que eso la vida.<br />¿A dónde estás? Pateo<br />las ramas desprolijas, el desparramo es obra<br />de los años y de la tenue brisa transformada.<br />La pelea de otros<br />decide el territorio y no aprendemos,<br />imposible parece rendirnos ante el bosque,<br />el viento, o lo que sea que nos lleva.paula jiménezhttp://www.blogger.com/profile/07024245150697506403noreply@blogger.com1