martes, 26 de enero de 2010

made in Nono




El Huaico





Chillan cada mañana
entre las hojas verdes y difusas
con que se ablanda el aguaribay.
Enredadas en ellas nos hacemos
testigos del cortejo,
del revuelo que acaba con la danza
de esas cotorras volando hacia el vacío.
Mas tarde vuelven, o son
otras iguales, interminablemente repetidas
entre las ramas donde se escucha al viento
descender desde el serro en remolinos.
Miro los picos bañarse de una luz
perfecta, la misma que al caer al lado mío
ilumina el detalle. Miro el agua
por un canal finísimo
y escucho su correr, como arrastrando
la multitud de hojas que son gotas
separadas del hielo. Y veo el césped
y sobre él al hombre de sombrero
que trabaja con la cabeza gacha y que sonríe
cuando paso a su lado. Veo el camino ir
hacia la altura y volver en el suave desliz,
en la alargada promesa de la sombra
de, al fin,
desvanecerse. Los cuises
a los saltos por el pasto, el bramido
del toro que retumba
en la tierra, el zumbar de una abeja,
el colibrí incansable suspendido: nada está quieto
acá, ni la maleza, por cuyas hojas
pasan una tras otras las hormigas.
Si miro el suelo veo
la andanza del insecto, el micromundo
organizarse debajo de las moscas
que en círculos recortan el silencio
aparente de la tarde. Escucho el aire
mezclarse con el agua y ese canto no para,
no va hacia ningún lado,
siguiendo una corriente que no busca
más que afirmar su ser en la caída. Su forma de no ser,
su pasado de nieve, transformado en blandura,
en transparencia. Fuerza sutil, el agua
que tira hacia delante unas truchas pequeñas
llamadas arco iris.
Tan diminutas son que hasta parece
que nunca crecerán,
pero la inmensidad que en ellas también es
y las rodea
avanza a su favor. No retrocede
y se hace manso el tiempo al empujar,
ligero en su canción, como un soplido.

1 comentario:

Hernán Schillagi dijo...

Hola Paula! Si tenés un tiempo te invito a pasar por El Desaguadero, revista de nueva poesía y reflexión (eldesaguaderorevista.blogspot.com). No es un capricho. Pasa que el último post es una reseña sobre "Ni jota". Los tiempos de la lectura de la poesía corren a otra velocidad de las "novedades editoriales" de la narrativa.