martes, 22 de febrero de 2011

Actualicé, es decir: ¡volví!


La vuelta
Paula jimenez



Solo la juventud puede saber lo que hay en el corazón de la juventud
Patty Smith

1


Aunque suene imposible de creer, aquella vez
no fue más que un impulso
y al comienzo siquiera
me daba cuenta de lo que estaba haciendo
ni mucho menos sabía a dónde iba.
Sin embargo, era claro, aquel periplo
tenía un objetivo y yo debía cumplir una misión.
No saber para qué
seguir y soportarlo, fue la única misión
que, con más o menos hidalguía,
pude cumplir a lo largo de estos años.
A veces, cuando me ponía a pensar,
dudaba de ese andar instintivo
que seguía como un perro
oliendo una pulsión que da el camino
y que podía llevarme a cualquier lado.
No soy ese animal
y no es un viaje este, habrá una casa
en donde dormiré, decía, como si eso,
una casa
fuera capaz de limitar aquel deseo mío
o como si viajar
no fuera bueno y detenerse sí,
para ser encontrado en un único lugar
por amigos o enemigos.
Ideas de la vida que se tienen:
el que camina debería parar, piensa
y el sedentario mira pasar por su ventana
a ese que hubiera sido él,
a gran velocidad.


2

Cuando se pierden los viejos amigos
una se desorienta. Quizás eso es viajar.
Hubo momentos en que esa soledad
me daba mucha angustia. Yo que había sido
ese reflejo de mi propio mundo
andaba sola en uno ajeno como un gato
que por haber vivido en cautiverio olvida
la existencia de otros como él.
Un día escapa y ve
un parque lleno, escucha los maullidos, el ruido de las uñas
rascando la madera de los árboles, las peleas y el sueño
en el que caen sus hermanos, uno encima del otro
acurrucados sobre la tierra negra.


4

Viajar, viajar
es algo que se hace pocas veces.
En mi caso fue una y empezó una mañana.
Tomé un barco. Detrás mío, en la costa, las casitas
cambiaban de tamaño y confié
en la distancia que da otra perspectiva de las cosas.
Lo extraordinario fue no haber reconocido
el estado de excepción en el que andaba
día trás día de modo permanente. Eso nunca se entiende
hasta el final. Durante aquel periplo me internaba
en el medio de un mar tan azul
como el color de unos ojos que adoré
y que no me miraban hacía tiempo.
Desde entonces, pienso seguido que el turismo miente
y que algunos se van para buscar
lo que no tienen, mientras que otros
se van para olvidar.



5

Decía San Francisco que haber ido a la Tierra Sagrada le enseñó
que no hay tierras sagradas. Conocí una antropóloga
capaz de asegurar que todos los lugares son el mismo.
Pero cuando gente como yo
pisamos otro suelo y escuchamos en un idioma dulce
las palabras de amor que yo escuché, creemos haber ido
de una vez a la luna, miramos el pastito que crece en las veredas
o el dibujo que hacen las baldosas
como una maravilla del Museo del Prado.


6

Al volver de mi viaje me dijeron que mi vecino había
matado a su mujer y el hijo de mi amiga había matado
sin querer a su hermana. Otras grandes desgracias sucedieron
mientras estuve ausente. No es por justificarme
pero entonces pensé
que me marché para tomar distancia
del dolor que traerían esos hechos futuros. Soy cobarde, ya sé,
demasiado cobarde para quedarme a ver el deterioro
de las cosas que quiero.
Preferí ser pirata y mirar con un ojo
el catalejo, el continente siempre y en el puerto
los jóvenes pescantes con el amanecer, la promesa en sus brazos
fortachones y la única carga que expían cada día,
la de una bolsa blanca en sus espaldas,
que guarda el alimento.



7

Cuando me quise dar cuenta estaba lejos y no tenía
deseos de volver. Y para serles franca les confieso
que les mandaba cartas por una obligación
a la que obedecía ciegamente
como lavarme la cara o ir cada día a mi trabajo.
Nunca podré explicar la ambigüedad
de cierto tipo de piratas que aman a la familia
pero aman más el mar
porque el mar les provee desmemoria y les vacía,
por un rato, el corazón.

2 comentarios:

Clara dijo...

Bienvenida.El viajero y el turista.Dos formas distintas.
Siempre he pensado que oír otra voces,ver otros lugares,dejarse llevar por todo lo nuevo,te da una perspectiva distinta sobre tí y los demás, es como verte desde otro plano,cambiar el escenario,a veces,la curiosidad ayuda ,sino a olvidar,si a verse uno misma sin todas las escafandras cotidianas.
Me ha encantado¡¡.
Besos

dmp dijo...

bienvenida!